Una vez el acné activo se ha tratado, no podemos olvidarnos de sus
temidas secuelas: las cicatrices. Éstas son frecuentemente mucho más difíciles
de tratar, y pueden llegar a producir en el paciente importante repercusión
psicológica, fundamentalmente en pacientes jóvenes.
Existen múltiples alternativas terapéuticas para procurar lograr
una mejoría de las cicatrices (la completa desaparición es frecuentemente
imposible), que además pueden combinarse entre sí, como son la aplicación de
peelings químicos, infiltración de rellenos, subcisiones (cirugía)… aunque en
la actualidad es por lo general aceptado que la mejor alternativa de forma
aislada en la mayoría de ocasiones (sobre todo ante cicatrices deprimidas) es
el tratamiento de las cicatrices mediante láseres, con el objetivo fundamental
de conseguir la generación de nuevo colágeno que minimice las marcas.
Los láseres aplicados para el tratamiento de las cicatrices a su
vez han ido evolucionando. Así, aunque los “clásicos” láseres ablativos como el
láser de CO2 siguen siendo útiles en el tratamiento de las cicatrices, cada vez
tienden a ser menos usados, debido fundamentalmente al periodo de recuperación
(y las molestias asociadas) que sigue a cada tratamiento.
Actualmente se tiende al uso de láseres “fraccionados”, de nueva
generación: en éstos, la energía del láser que se produce en cada “disparo” se
distribuye a su vez en pequeños micropuntos, creando “micro-heridas” sin
alterar el tejido circundante. Estas zonas con microheridas iniciarían luego el
proceso de curación (estimulando la formación de colágeno) y la zona sin tratar
actuaría como una “reserva” para facilitar la curación. La formación de
colágeno y su reorganización haría que la piel se fortaleciese, y la textura mejorase
(no en vano estos láseres son igualmente de una enorme utilidad como técnica de
“fotorrejuvenecimiento”, al producir mejoría de la textura cutánea y las
arrugas).
Entre los láseres fraccionados a su vez existen diferentes tipos,
siendo el láser fraccionado de Erbio considerado en la actualidad el láser de
elección, al lograr una recuperación más rápida que otros láseres fraccionados,
con tiempos de incapacitación mínimos y una gran satisfacción general para el
paciente, siendo un tratamiento rápido y cómodo.
Por lo general se recomiendan 4-5 sesiones de láser de erbio
fraccionado, separadas por al menos 3 semanas entre sí. Tras cada sesión lo
habitual es la aparición de eritema (rojez) en la zona tratada, que por lo
general desaparece casi por completo en 3-5 días.
El láser fraccionado de Erbio (Pixel®, plataforma Harmony XL®)
está disponible en la consulta de Dermatología de la Clínica Victoria de Málaga ( http://www.clinicavictoria.es/ ).
Más información:
- Bashir S, Ong
MWS. Fractional Laser Resurfacing for
Acne Scars: A Review. Br J Dermatol 2012.
- Kutlubay Z, Gokdemir
G. Treatment of atrophic facial acne scars with the Er:YAG laser: A Turkish
experience. Journal of Cosmetic and Laser Therapy, 2010; 12: 65–72.
- Deng H, Yuan D, Yan
C, Lin X, Ding X. A 2940 nm fractional photothermolysis laser in the treatment
of acne scarring: a pilot study in China. J Drugs Dermatol. 2009; 8(11):
978-80. - Manuskiatti W, Iamphonrat T, Wanitphakdeedecha R, Eimpunth S. Comparison of Fractional Erbium-Doped Yttrium Aluminum Garnet and Carbon Dioxide Lasers in Resurfacing of Atrophic Acne Scars in Asians. Dermatol Surg. 2012.
Hola doctor.
ResponderEliminarTengo una pregunta, ¿el láser ayuda a reducir la profundidad de las cicatrices o sólo mejora la coloracíon de éstas? ¿se podría tener mejores resultados si se combina el láser con el método de subcisiones, por ejemplo?
Gracias.
LLevo 6 sesiones laser NO ABLATIVO. 8 meses y no veo mejoria... carisimo e inutil... es deseperante el maldito robadero de los doctores. probare con la subsicion y ventosa en mi cicatriz atrofica, es mi unica esperanza...
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