viernes, 25 de agosto de 2017

Picaduras de mosquito: ¿Por qué a mí?

Estamos en verano, y las picaduras son un motivo de consulta frecuente. Es algo habitual en la consulta escuchar eso de “dormimos varias personas en la misma habitación, y sólo me pican a mí”. ¿Por qué ocurre esto?

Algunos estudios científicos se preguntaron lo mismo, y esto es lo que aportaron:

En diferentes estudios se demostró que la preferencia del mosquito por una u otra persona podría estar relacionada a diferencias en el olor corporal: algunas personas sustancias producen en su olor unos “repelentes naturales” que las harían menos propensas a las picaduras. De la misma forma se demostró que algunos mosquitos han ido evolucionando en el tiempo desarrollando una preferencia innata por el olor humano que les ayuda a encontrarnos y picarnos. Las bases genéticas y la “heredabilidad” de este atractivo por determinados componentes del olor corporal se han establecido por diferentes estudios.
Esto no es de extrañar, ya que es conocido que el olor corporal de muchos vertebrados (incluyendo a los seres humanos) contiene información sobre la identidad del individuo, su sexo, características reproductivas y estado de salud a otros miembros de la misma especie, por lo que los mosquitos podrían usar estas características a la hora de elegir a sus “víctimas”.
A su vez, el olor corporal puede ser genéticamente modificado, lo cual podría constituir la base para el futuro de las medidas para repeler a los mosquitos.



En Escocia se estima una pérdida de hasta el 20% de horas de trabajo cada año en la industria forestal debido a las picaduras de mosquito. No es de extrañar por tanto su interés por este tema. Así, una encuesta realizada en Escocia a más de 300 personas y publicada en 2010, procuró valorar si existían factores predisponentes a las picaduras de mosquitos dependientes del estilo de vida, características demográficas y estado de salud general. Concluyeron que parece que los mosquitos preferirían picar a hombres altos y mujeres con alto índice de masa corporal, y parece existir en los niños una predisposición heredada de sus padres a que sean más o menos propensos a las picaduras. En cambio, no se encontró asociación entre la cantidad de picaduras y la edad, el hábito tabáquico, el ejercicio, el uso de medicación, la ingesta de comidas especiadas o el consumo de alcohol. Esto iría en contra, por ejemplo, de la creencia popular sobre que que el ajo nos haría menos atractivos a las picaduras de los insectos.
En cualquier caso, al estar basado este estudio en un cuestionario, la interpretación de los resultados podría estar limitada por la subjetividad en las respuestas.

Muy recientemente se publicaron los resultados de un interesante estudio de asociación del genoma completo (en inglés, GWAS -Genome-wide associationstudy-)”, esto es, un análisis de una variación genética a lo largo de todo el genoma humano con el objetivo de identificar su asociación a un rasgo observable, y apreciaron una clara correlación entre el tamaño de la picadura, la intensidad del picor y la “atracción” a los mosquitos, tanto a nivel clínico como genético. Así, encontraron puntos (“loci”) en el genoma relacionados a estos aspectos, que a su vez están muy relacionados con el sistema inmunitario y su respuesta a estímulos antigénicos. Los resultados de este mismo estudio sugieren que “el poder de atracción a los mosquitos” era más heredable que el tamaño de las picaduras o la intensidad del picor originado.
Curiosamente, y a diferencia de lo sugerido por otros estudios en que no se apreciaron diferencias por sexos, aquí se percibió para el sexo femenino una mayor atracción para los mosquitos, un mayor tamaño de las picaduras y un mayor picor asociado, encontrando una correlación a nivel genético de este aspecto.
El control del olor corporal, que parece mediar el poder de atracción a los mosquitos, se ha relacionado a los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), al que también se relacionan otras alteraciones inmunes y alérgicas.

Y si quieres saber más sobre los repelentes de mosquitos, encontrarás aquí información de este blog.

Más información:
-Logan JG, Seal NJ, Cook JI, et al. Identification of Human-Derived Volatile Chemicals That Interfere With Attraction of the Scottish Biting Midge and Their Potential Use as Repellents. J Med Entomol 2009;46:208-219.
-Logan JG, Cook JI, Stanczyk NM, et al. To bite or not to bite! A questionnaire-based survey assessing why some people are bitten more than others by midges. BMC Public Health 2010, 10:275.
- McBride CS. Genes and odors underlying the recent evolution of mosquito preference for humans. Curr Biol. 2016 January 11; 26(1): R41–R46.
- Fernández-Grandon GM, Gezan SA, Armour JA, et al. Heritability of attractiveness to mosquitoes. PLoS One. 2015 Apr 22;10(4):e0122716.

jueves, 17 de agosto de 2017

Repelentes de mosquitos: lo que debemos saber

Las picaduras de mosquitos de por sí son molestas, y pueden ser más o menos aparatosas, pero además pueden llegar a ser un problema de salud pública de gran importancia en algunas áreas geográficas, ya que estas picaduras pueden actuar transmitiendo enfermedades como son por ejemplo la malaria (paludismo), el dengue o el virus Zika.

Es por tanto fundamental conocer la utilidad (y la seguridad para la salud) del uso de los diferentes repelentes tópicos (que aplicamos sobre la piel), y esto fue analizado por un reciente estudio llevado a cabo en Australia, país donde las picaduras de mosquito son motivo frecuente de consulta.

Como es conocido, las medidas básicas (y lógicas) para prevenir las picaduras son otras (evitar áreas con muchos mosquitos, evitar actividades al aire libre en las horas en que los mosquitos están más activos y cubrir con ropa la mayor parte posible de la piel), aunque el uso de repelentes resulta fundamental.




En dicho estudio analizaron más de 100 repelentes comercializados, si bien la mayoría de ellos poseen ingredientes muy similares. Así, los más frecuentes eran la dietiltoluamida (DEET), la picardidina, el P-mentano-3,8-diol (PMD) y diferentes sustancias naturales obtenidas de plantas.

A la hora de usar uno u otro producto comercial, debemos tener en cuenta sus instrucciones concretas, ya que dependiendo del producto y la concentración de sus ingredientes, puede ser necesario reaplicar los mismos con una u otra frecuencia. De la misma manera, algunos están aprobados para su uso en niños (con edades mínimas de uso variables, desde los 3 meses de vida).

Respecto al DEET, éste se ha utilizado como repelente de insectos desde que fue desarrollado por el Ejército de Estados Unidos en 1946. La DEET no mata los mosquitos, los disuade y repele. Interfiere con las neuronas y los receptores en las antenas y la boca de los mosquitos que detectan sustancias químicas como ácido láctico y dióxido de carbono. El nivel (%) de DEET en el repelente (que puede ir desde menos del 10% al 80%) solo determina cuánto dura la protección.

La picaridina se asemeja al compuesto natural piperina, un aceite esencial de pimienta negra. con concentraciones de entre 9 y 20%, parece ser más aceptable cosméticamente que el DEET. Los productos con picaridina comenzaron a estar disponibles en el mercado estadounidense en 2005 y se han utilizado extensamente en el resto del mundo.

El PMD es la versión modificada (sintética) del aceite de eucalipto limón.  En concentraciones del 26 al 40%, parece que a concentraciones más altas protegería con una duración similar a repelentes de DEET o picaridina a concentraciones bajas.

Respecto a los diferentes repelentes derivados de extractos de plantas  (aceites de citronella, eucalipto, melaleuca, lavanda…) el estudio concluye que presentan un poder como repelente para los insectos de corta duración, por lo que precisarían reaplicaciones más frecuentes.

Más aún, algún estudio reciente llega a la conclusión de que las velas de citronella, así como dispositivos portátiles como las pulseras o parches de citronella no son útiles para repeler a los mosquitos, y de entre estos dispositivos portátiles sólo encuentran utilidad entre aquellos que liberan metoflutrina, si bien éstos deben ser usados de forma cuidadosa para evitar efectos adversos indeseables.

Y respecto a la seguridad de estos productos para la salud, el informe australiano concluye (tras revisar múltiples estudios existentes) que, si los repelentes con DEET se usan según las instrucciones, los riesgos potenciales para la salud son mínimos. De la misma manera, aunque la seguridad de la picaridina no se ha estudiado tanto como la del DEET (es de más reciente uso), esta sustancia también parece segura. De hecho, ambos se consideran efectivos y seguros (y pueden usarse) tanto en mujeres embarazadas como aquellas que están dando lactancia.
Por otro lado, y como suele ocurrir con otros productos “naturales”, la población general tiende a asociar lo natural con lo inocuo. Sin embargo, los aceites esenciales de plantas (sobre todo a determinadas concentraciones) pueden originar reacciones en la piel.

Y si te preguntas por qué a algunas personas les pican los mosquitos más que a otros, puedes leer esto en el blog.

Más información:

- Webb CE, Hess IM. A review of recommendations on the safe and effective use of topical mosquito repellents. Public Health Res Pract. 2016;26(5).
http://www.sciencemag.org.sci-hub.io/news/2017/02/want-repel-mosquitoes-don-t-use-citronella-candles
- Rodriguez SD, Chung HN, Go, K Kristina, J Gonzales, et al. Efficacy of some wearable devides compared with spray-on insect repellents for the yellow fever mosquito, Aedes aegypti (L.) (Diptera: Culicidae). Journal of Insect Science, Volume 17, Issue 1, 1 January 2017
https://off.com/es-us/product/clip-on/clip-on-mosquito-repellent