Aunque
la predisposición genética hacia la piel seca e hipersensible no pueda
“curarse”, sí pueden tratarse y controlarse los eccemas y por tanto su síntomas
asociados.
Recientemente
se publicó en la prestigiosa revista Journal of the European Academy of
Dermatology and Venereology los resultados de una minuciosa revisión de la
evidencia científica que avala el manejo de la DA.
Algunas
de las conclusiones más interesantes fueron:
1.
Respecto al cuidado general de la piel:
-Los
hidratantes son la base del tratamiento de mantenimiento, aunque éstos no deben
aplicarse directamente sobre la piel inflamada (“eccema”), al ser entonces mal
tolerados: por tanto previamente habría que tratar el brote (ver “tratamiento
antiinflamatorio” más adelante). -El uso frecuente (mínimo 2 veces al día) de determinadas cremas hidratantes podría mejorar la función de la barrera cutánea de los atópicos, reduciendo así su sensibilidad a los agentes irritantes. Son especialmente útiles tras secar la piel tras el baño o ducha, cuando la piel aún está ligeramente húmeda.
-Los
baños deben ser cortos (5 minutos), con agua no demasiado caliente, y en ellos
son útiles los aceites emolientes para el baño o sustitutos del jabón que no
sean alergénicos ni produzcan irritación (como los productos “syndet”).
2.
Respecto a las estrategias de “evitación”:
-Identificar
para cada paciente qué factores pueden provocar el desencadenamiento de brotes
(y la evitación de los mismos) puede ser útil en el mejor control de la
enfermedad. Las pruebas para su detección deberán realizarse en función de la
clínica de cada paciente, y no están recomendadas “como rutina”.
-Factores
de provocación no específicos: Pueden ser químicos (como el contacto con
ácidos, disolventes, o incluso el exceso de contacto con el agua, el humo del tabaco, de los tubos de
escape…), físicos (como el roce con tejidos como la lana) o biológicos (como
los microorganismos existentes en el medio ambiente).
-Factores
de provocación específicos:
*Aeroalergenos: Sustancias que se
encuentran “en el ambiente”: Los que más se relacionan con el desarrollo de
eccemas son los ácaros del polvo, presentes sobre todo en colchones y suelos de
dormitorios. Los pólenes también pueden producir brotes. Los epitelios de
animales (sobre todo los gatos, cuyo contacto deberían evitarse): cuando una
persona se hace alérgica a un animal, evitar su contacto es fundamental. Ropa:
Como medida general, deben evitarse las fibras sintéticas. En personas en que
se demuestra una alergia de contacto (por ejemplo al níquel, que es
especialmente frecuente en mujeres atópicas con uso precoz de bisutería), deben
evitar el contacto a dicha sustancia.
*Alergenos alimentarios: En pacientes
con DA moderada/severa en que pruebas de provocación a determinados alimentos
hayan sido positivas, se podría plantear realizar una dieta de eliminación de
dichos alimentos, siempre y cuando se encuentre una relación entre el curso de
la dermatitis y la ingesta de dichos alimentos (lo que se conoce como
“relevancia clínica”).
3. Tratamiento
“anti-inflamatorio”:
-La
cantidad de “crema de tratamiento” aplicada sobre los eccemas debe equivaler de
manera que la cantidad de crema para cubrir una punta del dedo índice debe ser
suficiente para tratar con ella el equivalente a dos palmas de piel.
-Los
corticoides tópicos siguen siendo actualmente el tratamiento de primera línea
de los eccemas, presentando un balance beneficio/riesgo claramente positivo,
debiendo escogerse el más adecuado (y la pauta de aplicación más conveniente)
según el área corporal afecta, la intensidad de afectación, etc. En principio
la aplicación debería mantenerse mientras persista el picor. El “miedo” a la
cortisona no tiene razón de ser, siempre y cuando se use de manera conveniente.
-Para
procurar “ahorrar” uso de corticoides, es conveniente comenzar a aplicarlos de
forma temprana cuando aparezca el eccema, procurando tras la mejoría un
mantenimiento mediante cremas hidratantes, y si fuese necesario (ante rebrotes
frecuentes), realizando un “tratamiento proactivo”, para evitar las rápidas
recurrencias, aplicando determinados corticoides 2veces/semana como
mantenimiento en las áreas más propensas a los eccemas.4. Inhibidores de la calcineurina tópicos: Tacrolimus y Pimecrolimus:
-Tacrolimus 0.1% pomada tiene una potencia equivalente a la de un corticoide de media potencia.
-Son especialmente útiles en el tratamiento de dermatitis en áreas de piel fina como son la cara, los pliegues o los genitales.
-Su
efecto adverso más frecuente es la presencia de escozor en la zona de
aplicación, que suele durar unos minutos y que suele remitir tras sucesivas
aplicaciones.
-El
“tratamiento proactivo” con tacrolimus puede disminuir el número de brotes de
eccemas.
5.
Antihistamínicos orales:
-Los
antihistamínicos orales (las cremas de antihistaminicos no deben usarse) son
fármacos seguros (incluso a largo plazo) y especialmente útiles para mejorar
los síntomas de alteraciones relacionadas con la DA como son el asma o la
rinoconjuntivitis alérgica, aunque no existe suficiente evidencia con respecto
a su uso en el alivio del picor (más allá de la sedación que pueden producir,
que por otro lado puede mejorar la calidad del sueño del paciente).
Más
información:
-Ring J, Alomar A, Bieber
T, et al. Guidelines for treatment of atopic eczema (atopic dermatitis). J Eur Acad Dermatol Venereol
2012.
Hola Javier! Me gustaría consultarte si tienes algún tipo de publicación referente a los protectores solares y la diferencia entre los pediátricos y los adultos ya que estoy interesada en ese tema. Muchas gracias y seguiré atenta tu blog ;)
ResponderEliminarEs muy importante el cuidado de la piel tanto en invierno por las bajas temperaturas como en el verano con el calor, humedad, etc. Cuando voy a hacerme la depilacion laser, la especialista me recomienda distintas cremas y protectores solares para hacerle frente a este tema y podes mantener cuidada e hidratada la piel.Saludos
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