miércoles, 13 de agosto de 2014

Picaduras de verano

La Dra. Gloria Requena, alergóloga general y pediátrica en Clínica del Río de Estepona, clínica Lacibis en Alhaurín el Grande, Hospital Xanit de Benalmádena y en Hospital Ceram de Marbella, nos habla sobre las picaduras de insectos, tan frecuentes en esta época del año.

En verano, una gran multitud de insectos voladores invaden el aire y nos atacan dentro y fuera de casa. Por lo general, las molestias causadas por sus picaduras suelen ser leves y terminan por pasar, pero algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas que en raras ocasiones pueden ser graves.

Diversos insectos pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Entre  ellos, los más importantes son los himenópteros (abejas, avispas y algunas hormigas americanas), los Mosquitos, las chinches, las pulgas, los tábanos y la procesionaria del pino, que iremos comentando.

Mosquitos
Culex pipiens se considera el culicídeo más encontrado en el ambiente humano. Necesitan la sangre para poner sus huevos, y sólo pican las hembras. Suelen producir reacciones locales (en el sitio de picadura) de tipo inmediato, con aparición de enrojecimiento inmediato en el lugar de la picadura, con mucho picor asociado, con aparición de una pápula (pequeña sobreelevación de la piel) en las 2-6 horas posteriores y que puede durar entre 1 y 2 días.
Al contrario de lo que ocurre con abejas y avispas, las reacciones generalizadas son bastante raras, y diversos estudios parecen demostrar que parte de las reacciones cutáneas exageradas a picadura de mosquitos se producen por mecanismo de sensibilidad a su saliva.
Tras sucesivas picaduras, pueden desarrollarse cuadros de hipersensibilidad (reacción exagerada originada por parte de las propias defensas de nuestro cuerpo) en que se originan múltiples “ronchas” (la gran mayoría, en áreas donde no presentó picaduras) que pican mucho, pueden aparecer en varias “tandas” y que pueden permanecer por varias semanas, lo cual es conocido como “PRÚRIGO” o “URTICARIA PAPULOSA”, muy común en niños, pero que también puede verse con cierta frecuencia en adultos. Si nos fijamos, estas “ronchas” del prurigo presentan en su superficie una vesícula milimétrica, que rápidamente se rompe formando una costra al rascarse la zona.
Parece ser que las personas que sufren reacciones locales intensas a las picaduras de mosquito NO son más frecuentemente alérgicos que aquellos que sufren reacciones “normales”.

Chinches
Se alimentan habitualmente por la noche. Residen en grietas del suelo  paredes, en las camas y los muebles. Frecuentemente originan reacciones en zonas expuestas (no cubiertas por ropa) como cara, cuello, brazos y manos, con dos o tres lesiones papulosas en fila (se les denomina picaduras de “desayuno, almuerzo y cena”).

Pulgas
Pulex irritans es la especie que con mayor frecuencia parasita al hombre. Son ectoparásitos de 1-8 mm, sin alas, que se alimentan de sangre de vertebrados. La lesión (localizada) consiste en una pápula eritematosa centrada por una petequia (punto rojizo o violáceo), pruriginosa, que suele persistir varios días, y aparecen sobre todo en tobillos/piernas. Las manifestaciones clínicas más relevantes son cuadros urticariales, erupciones vesiculosas o eccema. También pueden desencadenar cuadros de prúrigo, igual que los mosquitos. Las pulgas que parasitan habitualmente animales (gatos, perros, pájaros) cuando parasitan al hombre origina cuadros aún más intensos que la de la pulga humana.

Tábanos
Pertenece a la familia de las moscas. Se trata de una hembra hematófaga de sangre humana. Suele originar picaduras dolorosas, pudiendo originar nódulos ("bultos") dolorosos bajo la piel, y ocasionalmente reacciones locales intensas (vesículas y ampollas de contenido líquido), e incluso pueden producirse reacciones anafilácticas (reacciones alérgicas de gran intensidad con afectación generalizada, no sólo de piel, sino también de las mucosas, pudiendo dificultar respirar o tragar, e incluso originar un fallo de diferentes órganos y llevar a la muerte) de mecanismo mediado por IgE.

Procesionaria del pino
Es la oruga del lepidóptero nocturno Thaumetopoea pityocampa. Afecta a distintas clases de pinos, en los que forma sacos de aspecto algodonoso. Las larvas lanzan pelos urticantes, que pueden ser transportados por el viento y producir cuadros como conjuntivitis y dermatitis debido a un mecanismo inespecífico. También pueden desencadenar casos de urticaria (“con habones que van cambiando de localización o desaparecen en cuestión de minutos/horas”), rinitis, asma e incluso anafilaxia.

Entre los himenópteros encontramos diferentes familias:
Apoideos (abejas y abejorros), Vespoideos (avispas y avispones) y Formicoideos (hormigas). Puesto que en nuestro medio la reacción por picadura de hormiga tiene poco valor, nos centraremos en los primeros.

Avispas: son de color negro con rayas amarillas transversales. Dado que su aguijón es liso, pueden picar en más de una ocasión. El género Polistes (avispas papeleras) se caracteriza por realizar nidos aéreos, mientras que el género Véspula (yellow jackets), mucho más agresivo, también los realiza en huecos.

Abejas: son el himenóptero más frecuente en nuestro medio. Su cuerpo presenta pilosidad y su aguijón es dentado (en forma de arpón), lo que conlleva que con frecuencia su picadura produzca la muerte de la propia abeja por evisceración abdominal, ya que el aguijón queda clavado.

La mortalidad por reacción grave (anafilaxia) tras picaduras se encuentra en torno a 8 fallecimientos por cada cien millones de habitantes/año. De éstos, gran parte, se producen en los primeros 30 minutos tras la picadura y normalmente se podrían evitar si se dispusiese en ese momento de adrenalina.


Los factores de riesgo para una reacción alérgica grave son:
 Exposición a las picaduras.
  Edad: los niños tienen una reactividad menor al veneno.
Gravedad de la reacción previa: cuanto más grave es la reacción previa, mayor es la probabilidad de que se repitan este tipo de reacciones intensas, e incluso de que sea mortal.
Cantidad de veneno inoculado: depende de la especie, de la duración de la picadura, de la extracción del aguijón…
Tratamiento farmacológico (que ya estuviera haciendo el paciente) con beta-bloqueantes o con inhibidores de enzima conversora de angiotensina (fármacos habitualmente usados como tratamiento de hipertensión arterial o de arritmias del corazón).


¿Cómo prevenir las picaduras?
Se deben tener en cuenta una serie de medidas encaminadas a evitar la picadura de insectos en pacientes sensibilizados, tales como evitar comer o beber al aire libre y el uso de ropa de colores llamativos y los perfumes en el campo; debe evitar acercarse a árboles frutales, flores, arbustos y basura. Además se recomienda viajar en automóvil con las ventanillas cerradas, y evitar movimientos bruscos cuando se detecte una abeja o avispa cerca.


Tratamiento de picaduras de insectos
Medidas generales: 
  -Extraer el aguijón sin comprimirlo, en caso de picadura de abeja, y alejarse de la zona del “accidente” (puede que haya más abejas cerca).
  -Sobre reacciones locales, aplicar frío en la zona (gasas con agua fría o hielo) y tratar con antihistamínicos vía oral y corticoides tópicos u orales.

Reacciones sistémicas: el tratamiento habitual para la anafilaxia consiste en adrenalina autoinyectable para administración intramuscular, en la dosis que haya recomendado el alergólogo, y educación para que la lleve siempre consigo.

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