domingo, 11 de mayo de 2014

Pruebas de alergia en niños: ¿Por qué? ¿A quién? ¿Cuándo?


La Dra. Gloria Requena, alergóloga especializada en alergología infantil y colaboradora de Clínica del Río de Estepona, nos responde a estas interesantes preguntas.

La prevalencia de las "enfermedades alérgicas" (dermatitis atópica, asma, rinoconjuntivitis alérgica, alergia a alimentos...) en la infancia ha aumentado considerablemente en los países desarrollados en las últimas décadas. Durante el primer año de vida los síntomas de posible naturaleza alérgica son principalmente eccemas (dermatitis atópica), síntomas gastrointestinales y síntomas respiratorios (sibilancias) recurrentes. El asma y la rinoconjuntivitis son más frecuentes en edades posteriores, y las alergias a alimentos pueden ocurrir a cualquier edad.

La alergia puede ser mediada por anticuerpos o por células. El anticuerpo típicamente responsable de una reacción alérgica en la mayoría de los pacientes es de la inmunoglobulina E (IgE). Por eso se habla de alergias mediadas por IgE y alergias no mediadas por IgE (en este caso pueden ser por IgG, inmunocomplejos, células...).

La presencia de niveles elevados de IgE específica frente varios alergenos, tanto alimentarios  como inhalantes, constituye un fenómeno normal en edades tempranas, pero no tiene necesariamente un significado clínico.


 
¿Por qué realizar pruebas de alergia en la infancia?

La pruebas de alergia (exploración alergológica) son un requisito fundamental para poder realizar un tratamiento específico de la alergia. Entre estos tratamientos tenemos fundamentalmente:

-Evitación alergénica: Evitar la exposición a alergenos relevantes. Ésta es una estrategia lógica, que puede ser efectiva cuando el alergeno causante de los sintomas es identificado. En cualquier caso la evitación total de ciertos alergenos, como los epitelios animales o los ácaros, es imposible, por su ubicuidad.

-Vacunación antialérgica específica: está bien demostrado que la inmunoterapia específica es un tratamiento específico efectivo en pacientes con rinoconjuntivitis y asma bronquial. Asimismo, cada vez se realizan más tratamientos de inmunoterapia oral específica con alimentos.

 

¿A quién realizarlas? ¿Cuándo?

Todos los niños con posibles síntomas alérgicos persistentes o recurrentes, así como aquellos que necesiten tratamiento preventivo continuo, independientemente de la edad que tengan, son subsididarios de ser sometidos a pruebas de alergia.

Por edades, en niños menores de 3-4 años las alergias alimentarias y la existencia de sibilancias recurrentes o asma suelen ser las causas más comunes para indicarse estas pruebas, y cuando los niños van creciendo (niños de más de 4 años) frecuentemente van desarrollando alergias a inhalantes, especialmente a alergenos domésticos (ácaros, mascotas, cucarachas…) y más tarde a alergenos exteriores (pólenes y hongos). Así, los niños con síntomas de rinoconjuntivitis y/o asma bronquial deben ser explorados.

En cuanto a la dermatitis atópica, aunque ésta es muy frecuente, no suele estar relacionada con alergias concretas, por lo que las pruebas sólo estarían indicadas en niños que no mejoren espontáneamente en el periodo estival o en aquellos con insuficiente respuesta a los tratamientos habituales, o en los que exista una sospecha de alergia alimentaria.

Respecto a la urticaria, ésta rara vez es de causa alérgica, excepto en casos agudos con clara relación con ingesta de un alimento específico o con la exposición de alergenos específicos.

Ante reacciones a picaduras de insectos, si los insectos en cuestión son avispas o abejas, sólo se deben realizar las pruebas alérgicas con venenos de esto insectos si los niños reaccionan de forma muy severa (sistémica), mientras que las reacciones locales y la urticaria aislada no constituyen indicaciones para realizar dichas pruebas. Igualmente ante cuadros de “prúrigo” en relación con picaduras de mosquitos, pulgas... no está indicado realizar pruebas diagnósticas con venenos, ya que no derivarán en un tratamiento específico de vacunación.

Ante posibles reacciones a medicamentos deben efectuarse pruebas de alergia cuando los síntomas asociados sean sistémicos (urticaria, angioedema, asma, anafilaxia…) mientras que los exantemas maculo-papulares no son indicación para la exploración alérgica.

Las pruebas para descartar alergia al látex se realizan habitualmente en niños pertenecientes a grupos de riesgo de desarrollar alergia al látex al presentar espina bífida, malformaciones urogenitales ya que requieren operaciones frecuentes o exposición precoz y frecuente al látex.

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