Estamos
en verano, y las picaduras son un motivo de consulta frecuente. Es algo
habitual en la consulta escuchar eso de “dormimos varias personas en la misma
habitación, y sólo me pican a mí”. ¿Por qué ocurre esto?
Algunos
estudios científicos se preguntaron lo mismo, y esto es lo que aportaron:
En
diferentes estudios se demostró que la preferencia del mosquito por una u otra
persona podría estar relacionada a diferencias en el olor corporal: algunas
personas sustancias producen en su olor unos “repelentes naturales” que las
harían menos propensas a las picaduras. De la misma forma se demostró que
algunos mosquitos han ido evolucionando en el tiempo desarrollando una
preferencia innata por el olor humano que les ayuda a encontrarnos y picarnos.
Las bases genéticas y la “heredabilidad” de este atractivo por determinados
componentes del olor corporal se han establecido por diferentes estudios.
Esto
no es de extrañar, ya que es conocido que el olor corporal de muchos
vertebrados (incluyendo a los seres humanos) contiene información sobre la
identidad del individuo, su sexo, características reproductivas y estado de
salud a otros miembros de la misma especie, por lo que los mosquitos podrían
usar estas características a la hora de elegir a sus “víctimas”.
A su
vez, el olor corporal puede ser genéticamente modificado, lo cual podría
constituir la base para el futuro de las medidas para repeler a los mosquitos.
En
Escocia se estima una pérdida de hasta el 20% de horas de trabajo cada año en
la industria forestal debido a las picaduras de mosquito. No es de extrañar por
tanto su interés por este tema. Así, una encuesta realizada en Escocia a más de
300 personas y publicada en 2010, procuró valorar si existían factores
predisponentes a las picaduras de mosquitos dependientes del estilo de vida, características demográficas y estado de salud general. Concluyeron que parece
que los mosquitos preferirían picar a hombres altos y mujeres con alto índice de masa corporal,
y parece existir en los niños una predisposición heredada de sus padres a que
sean más o menos propensos a las picaduras. En cambio, no se encontró
asociación entre la cantidad de picaduras y la edad, el hábito tabáquico, el
ejercicio, el uso de medicación, la ingesta de comidas especiadas o el consumo
de alcohol. Esto iría en contra, por ejemplo, de la creencia popular sobre que
que el ajo nos haría menos atractivos a las picaduras de los insectos.
En
cualquier caso, al estar basado este estudio en un cuestionario, la
interpretación de los resultados podría estar limitada por la subjetividad en
las respuestas.
Muy
recientemente se publicaron los resultados de un interesante estudio de
asociación del genoma completo (en inglés, GWAS -Genome-wide associationstudy-)”, esto es, un análisis de una variación genética a lo largo de todo el
genoma humano con el objetivo de identificar su asociación a un rasgo
observable, y apreciaron una clara correlación entre el tamaño de la picadura, la
intensidad del picor y la “atracción” a los mosquitos, tanto a nivel clínico
como genético. Así, encontraron puntos (“loci”) en el genoma relacionados a
estos aspectos, que a su vez están muy relacionados con el sistema inmunitario
y su respuesta a estímulos antigénicos. Los resultados de este mismo estudio
sugieren que “el poder de atracción a los mosquitos” era más heredable que
el tamaño de las picaduras o la intensidad del picor originado.
Curiosamente,
y a diferencia de lo sugerido por otros estudios en que no se apreciaron
diferencias por sexos, aquí se percibió para el sexo femenino una mayor
atracción para los mosquitos, un mayor tamaño de las picaduras y un mayor picor
asociado, encontrando una correlación a nivel genético de este aspecto.
El
control del olor corporal, que parece mediar el poder de atracción a los
mosquitos, se ha relacionado a los genes del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), al que también se relacionan otras alteraciones inmunes y alérgicas.
Y si quieres saber más sobre los repelentes de mosquitos, encontrarás aquí información de este blog.
Y si quieres saber más sobre los repelentes de mosquitos, encontrarás aquí información de este blog.
Más
información:
-Logan
JG, Seal NJ, Cook JI, et al. Identification
of Human-Derived Volatile Chemicals That Interfere With Attraction of the
Scottish Biting Midge and Their Potential Use as Repellents. J Med Entomol
2009;46:208-219.
-Logan JG, Cook JI, Stanczyk NM, et
al. To bite or not to bite! A questionnaire-based survey assessing why some
people are bitten more than others by midges. BMC Public Health 2010, 10:275.
- McBride CS. Genes and odors
underlying the recent evolution of mosquito preference for humans. Curr
Biol. 2016 January 11; 26(1): R41–R46.
-
Fernández-Grandon GM, Gezan SA, Armour JA, et al. Heritability of attractiveness to mosquitoes. PLoS
One. 2015 Apr 22;10(4):e0122716.