sábado, 25 de febrero de 2012

Cidofovir tópico en el tratamiento de verrugas víricas en niños

Las verrugas víricas son muy frecuentes en la infancia, y ocasionalmente suponen todo un reto terapéutico por su naturaleza recalcitrante o recidivante.


El cidofovir es un potente análogo citidínico con actividad antiviral contra un amplio espectro de ADN-virus, si bien su indicación aprobada es el tratamiento (vía intravenosa) de las retinitis por citomegalovirus en pacientes con SIDA.
En este interesante trabajo publicado recientemente en la revista de la academia europea de dermatología se recogen los resultados de un estudio en que se realizó el tratamiento con cidofovir administrado en forma de crema en 17 niños con verrugas recalcitrantes, obteniéndose una curación completa en 13 de los casos, y una mejoría parcial en otros dos más. El efecto adverso más frecuentemente relacionado al uso de esta crema ha sido la irritación local, que pudimos apreciar en sólo dos de nuestros casos.
El estudio ha sido desarrollado por la Dra. Maria Teresa Fernández-Morano bajo la dirección del Dr. Javier del Boz desde la unidad de Dermatología Pediátrica del servicio de Dermatología del Hospital Costa del Sol, y supone con diferencia el estudio más amplio (con mayor número de pacientes) del tratamiento de este tipo de verrugas en la infancia con cidofovir tópico.
La limitación fundamental en la generalización en el uso de este tratamiento es su coste, por lo que pensamos que debe reservarse para casos especiales por su número de lesiones, su resistencia a otros tratamientos previos, etc. Asimismo, son necesarios otros estudios más amplios que confirmen su perfil de seguridad y su mejor posología.
Fernández-Morano T, del Boz J, González-Carrascosa M, Tortajada B, de Troya M. Topical cidofovir for viral warts in children. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2011;25:1487-9.

martes, 14 de febrero de 2012

Dermatosis importadas en la Costa del Sol: Enfermedad de Heck

La Hiperplasia Epitelial Focal, o “Enfermedad de Heck”, consiste en una proliferación benigna de la mucosa oral originada por el virus del papiloma humano (VPH) habitualmente ocasionada en niños o adolescentes de determinadas razas (especialmente centro y sudamericanos y esquimales), siendo algo más frecuente en el sexo femenino, presentando características clínicas, histológicas y microbiológicas propias.
Se caracteriza clínicamente por la aparición progresiva de múltiples pápulas ovaladas bien delimitadas del color de la mucosa normal o ligeramente blanquecinas y que pueden confluir en placas originando un aspecto de la mucosa «en empedrado». Si bien pueden afectar cualquier parte de la mucosa oral, por orden de frecuencia decreciente suelen aparecer en labios (más el inferior), la mucosa yugal, la lengua, las comisuras orales y las encías. Estas lesiones suelen ser asintomáticas.
Histológicamente es típico encontrar hallazgos orientativos hacia una infección por VPH, y de hecho suelen detectarse los genotipos 13 ó 32 en las lesiones.
Se han propuesto múltiples alternativas terapéuticas, si bien con éstas los resultados obtenidos han sido muy variables. Teniendo en cuenta la benignidad del proceso y que normalmente son lesiones asintomáticas que frecuentemente involucionan espontáneamente (como suele acontecer en otras infecciones por VPH en la infancia), tomar una actitud expectante parece una buena alternativa, si bien existen casos persistentes durante muchos años o incluso recurrentes.
En España se han publicado hasta el momento sólo 8 casos de Enfermedad de Heck en la infancia, de los cuales 2 correspondían a niñas diagnosticadas en la Costa del Sol (donde además se diagnosticó recientemente otro nuevo caso). Todos los casos correspondían a inmigrantes.
Más información:
-Javier del Boz, Rafael Fúnez. Hiperplasia epitelial focal en España. Piel 2011;26:491-4.

jueves, 2 de febrero de 2012

Melanoma: "el patito feo"

El melanoma es el cáncer de piel derivado de los melanocitos, las células que dan el color de la piel y forman los nevos ("lunares"). Si bien es el tipo de cáncer cutáneo que más mortalidad origina, en la mayoría de casos el melanoma puede curarse si se diagnostica y se trata con anticipación, por lo que si tenemos dudas, debemos consultar al dermatólogo.

Existen diferentes signos de alarma que debemos conocer ya que pueden ayudarnos a diferenciar un "lunar benigno" (nevus) y un "lunar maligno" (melanoma), o al menos pueden hacernos saber cuándo debemos consultar al especialista.

Estos signos de alarma pueden resumirse en  la “regla del A-B-C-D-E”.
A: Asimetría. Las lesiones malignas suelen ser asimétricas si dividimos imaginariamente la lesión por la mitad. En cambio, las lesiones benignas suelen ser simétricas.
B: Bordes: Unos bordes irregulares o mal definidos pueden ser signo de malignidad, mientras que las lesiones benignas suelen presentar bordes bien definidos y regulares.
C: Coloración: Que una misma lesión presente varios colores (negro, marrón oscuro, gris...) puede ser signo de malignidad, mientras las lesiones benignas suelen presentar un único color.
D: Diámetro: Una lesión de menos de 6 milímetros de diámetro raramente podrá ser maligna.
E: Evolución: Si una lesión pigmentada evoluciona (cambia en el tiempo, por ejemplo, de color, forma, textura, tamaño...), debemos consultar para que sea revisada.

Por otro lado, tenemos la "regla del patito feo". Si una persona presenta muchos "lunares", debemos fijarnos si existe alguno que sea diferente al resto ("el patito feo"), que deberá revisarse por si presentase rasgos de malignidad.