viernes, 20 de marzo de 2020

Eccema de manos. Un problema dermatológico muy frecuente


¿Qué es el eccema de manos?
El eccema (eczema, dermatitis) de manos se trata de una reacción inflamatoria que afecta a la piel de las manos y se caracteriza por enrojecimiento, descamación y picor que, en los casos más intensos, se acompaña de pequeñas vesículas (pompas, vejigas) con contenido líquido, y también puede asociar sensación de aspereza en la piel, hiperqueratosis (engrosamiento cutáneo) así como la aparición de erosiones o grietas.

Todo esto puede originar sintomatología en forma de picor, escozor, quemazón, tirantez e incluso dolor, lo cual puede afectar la calidad de vida de quien lo padece. Se trata de un trastorno no contagioso y muy frecuente entre la población general con una prevalencia anual que alcanza el 10% (probablemente incluso más, en la situación actual).

Se trata además, de la forma más frecuente de enfermedad ocupacional, y se calcula que puede afectar a hasta un 40% de la población laboral. Los grupos más afectados son: amas de casa, albañiles, peluqueros, personal sanitario y trabajadores de la industria metalúrgica.

Es muy frecuente que el eccema de manos se cronifique, siendo la duración media del eccema de manos de unos 10-15 años, lo que implica no solo un impacto negativo en la calidad de vida diaria del paciente, sino además a nivel laboral (acabando en algunos casos con la necesidad de un cambio de empleo), y conlleva un elevado gasto socioeconómico.
Puede definirse como eccema crónico de manos como aquel que persiste más de 3 meses o recurre 2 o más veces en un año, a pesar de un tratamiento y cumplimiento adecuados.

                           Fuente: Wikipedia

¿Qué tipo de eccema de manos hay?
Existen muchos tipos diferentes de eccema de manos. En términos generales, hace falta diferenciar dos: los denominados eccemas irritativos y los eccemas alérgicos.

-Eccema irritativo de manos.
En el eccema irritativo (“eccema irritativo de contacto”), la exposición puntual, o más a menudo repetida y continuada a sustancias o factores irritantes, dan lugar a lesiones cutáneas. Se desarrolla en cualquier individuo expuesto a estos factores o sustancias (aunque en algunas personas se desarrolle más fácilmente que en otras).

Sin duda, el eccema irritativo es el tipo más frecuente de eccema de manos. Diferentes factores como la limpieza excesiva de las manos, la humedad mantenida, agentes detergentes, productos cáusticos o ácidos, el polvo o la tierra, etc. pueden alterar la estructura normal de la capa más superficial de la piel y producir eccema. Profesiones como el personal sanitario, personal de limpieza, manipuladores de alimentos, peluqueros, trabajadores de la construcción, jardineros y agricultores, trabajadores del hogar/amas de casa, entre otros, tienen un alto riesgo de desarrollar, en algún momento, un episodio de eczema irritativo en las manos. Esto mismo también OCURRE CUANDO HAY LAVADOS MUY FRECUENTES DE MANOS, COMO SUCEDE CON LA SITUACIÓN ACTUAL (COVID-19).

-Eccema alérgico de manos.
El eccema alérgico (“eccema alérgico de contacto”) se desarrolla solamente en personas previamente sensibilizadas a sustancias concretas, en los cuales un contacto mínimo con las sustancias a la qué es alérgico da lugar al eccema.

Debemos sospechar que el eccema sea de tipo alérgico, de forma general, cuando aparezca una reacción cutánea con irritación intensa, que muchas veces se acompaña de pequeñas vesículas, y sobre todo si sobrepasa la piel de palma de las manos y afecta a otros lugares de la piel del cuerpo. Los principales alérgenos asociados son metales, fragancias, conservantes, gomas, pegamentos, tintes, acrilatos y plantas.


Pruebas complementarias.
Las pruebas de alergia de contacto (generalmente “pruebas epicutáneas”, “prueba del parche”, y en ocasiones, ante sospecha de “dermatitis proteica”, un “prick test”) pueden usarse para procurar confirmar que se trata de un eccema de tipo alérgico, y no están indicadas ante eccemas que sean claramente de tipo irritativo. Sí parece ser conveniente realizar las pruebas ante eccemas de manos crónicos. 
A veces puede estar indicada la realización de analítica sanguínea con RAST específico (por ejemplo, para valorar posible alergia al látex). 
La realización de biopsias puede ser a veces útil, sobre todo para procurar diferenciar las lesiones de las de una psoriasis, aunque a veces incluso así la diferencia puede ser difícil.


Las personas con eccema en las manos tienen un alto riesgo de que su proceso se cronifique si no toman medidas para evitarlo. Por ello, es muy importante evitar los factores irritantes que alteran la función barrera cutánea y favorecen la inflamación (y el eccema).

Consejos básicos para procurar evitar/minimizar el eccema de manos.

1. Emplee guantes adecuados:
-Los guantes de látex protegen bien de microorganismos o materiales de base acuosa pero ofrecen poca protección a grasas, solventes y químicos en general; los guantes de nitrilo sí que ofrecen una buena protección frente a grasas y solventes, y los de vinilo protegen además de la mayoría de productos químicos.
-Los guantes de algodón son eficaces para las tareas de la casa como protección en las labores del hogar, como limpiar el polvo, y también para tareas que requieran manipular telas o cartones.
-Estos pueden ser recubiertos por otros de caucho o plástico (preferiblemente guantes de nitrilo o vinilo sin polvo) para proteger en los trabajos húmedos. El llevar debajo unos guantes de algodón puede ser útil, ya que la sudoración puede empeorar el eccema.
-Existen guantes de caucho para alérgicos a la goma sin los componentes químicos que sensibilizan, igual que existen guantes sin látex natural para alérgicos a éste.
-Los guantes de látex cada vez se usan menos por el aumento de la frecuencia de urticaria de contacto al látex.
- En el ámbito laboral existen guantes especiales para poder manipular sustancias que pueden atravesar los guantes de vinilo (como ocurre con metacrilatos, disolventes aromáticos y clorados, ésteres...) como son los guantes de alcohol de polivinilo, Viton® o butilo.

2. Use cremas emolientes (“hidratantes”):
-Actúan restaurando la capa córnea de la epidermis (la capa más externa de la piel).
-Existe una gran cantidad de productos al respecto, específicamente diseñadas para hidratar las manos, y que podemos encontrar en forma de cremas (algo menos grasas), pomadas (más grasas) o ungüentos (aún más grasas), según su proporción de agua  lípidos (grasas), o incluso espumas. De forma general, cuando la piel está más reseca son preferibles las pomadas y ungüentos, aunque sean menos agradables de aplicar. Para el mantenimiento diario y si las alteraciones no son muy importantes, es suficiente con productos en forma de crema, o incluso de espumas de fácil aplicación y cosmética agradable.
-Su aplicación debe realizarse varias veces al día, sobre todo antes y después del trabajo y después de cada mojado de las manos y antes de acostarse, lo que ayudará a evitar la desecación y mejorar su hidratación.
-La eficacia de las cremas barrera es solo moderada; están diseñadas para tratar de crear una capa protectora, aunque muchas además contienen principios activos (astringentes, absorbentes…), y protegen contra múltiples irritantes; A veces pueden agravar una dermatitis previa, por lo que se recomienda que se usen solo sobre piel sana.

3. Realice una higiene adecuada de las manos.
-Evite el contacto con sustancias detergentes y alcalinos fuertes si es posible. Es recomendable el uso de productos sin perfumes y sin conservantes como las isotiazolinonas (Kathon CG®). Productos sin jabón como los syndets son más suaves e igualmente efectivos en conseguir una higiene adecuada; en profesiones como son los sanitarios parece más recomendado el uso de soluciones hidroalcohólicas que el uso de agua y jabón).
-Evite el lavado de las manos con agua muy caliente.
-Evite mojarse las manos con los anillos puestos.
-Seque cuidadosamente toda la mano tras mojarla, incluyendo los espacios interdigitales.
-De forma general, es recomendable no realizar lavados frecuentes de manos (esto no es factible en la situación actual).

4. Evite el frío.
              -Use guantes en los días fríos.

5. Evite el contacto con sustancias irritantes en lo posible:
-Evite en lo posible contacto con sustancias ácidas, cáusticos (como lejía), disolventes, abrillantadores, quitamanchas, estropajos…
-Evite si es posible lavar los platos a manos. Considere el uso de lavavajillas, y si esto no es posible, use un cepillo de mango largo para lavarlos.
-Evite tocar  frutas, verduras (sobre todo cebolla, tomate, ajos), carne cruda… con las manos sin guantes.
-Evite aplicar tintes capilares sin guantes.
-Al lavar el cabello debe usar guantes de vinilo/nitrilo sin polvo. Si esto no es posible, use la mano que esté menos afectada por la dermatitis.

6. Evite la fricción (rozamiento) continuada y el desgaste mecánico de la piel, especialmente en profesiones como la construcción, mecánica, agricultura y jardinería, utilizando guantes adecuados para el trabajo desarrollado.

7. (Logicamente), si su dermatólogo o alergólogo le ha informado que es alérgico a alguna sustancia concreta, tiene que evitar el contacto con productos que contengan esta sustancia: es importante revisar la composición de los productos que usemos, incluyendo cremas hidratantes, “cremas de belleza”, maquillajes, perfumes, geles de baño, champús, detergentes, tintes... y debemos tener en cuenta que muchas de estas sustancias pueden tener sinónimos que igualmente debemos buscar en los etiquetados.


Tratamiento del eccema de manos.
En casos leves, siguiendo estos consejos se puede solucionar el problema. En casos más graves, y si no hay signos de sobreinfección, puede precisarse el uso de una crema con corticoide (normalmente se recomienda el uso de corticoides de media o alta potencia), entendiendo que el uso de esta crema debe realizarse por un periodo de tiempo limitado. Si es preciso, puede plantearse tratamiento oclusivo (aplicando algún tipo de film o guante tras aplicar la crema). En cualquier caso, aunque mejore o se solucione, deben mantenerse las medidas básicas para evitar rebrotes. Según la respuesta, podrían plantearse otras alternativas como fototerapia o tratamientos sistémicos.

Según la bibliografía disponible en la actualidad, aunque los corticosteroides tópicos y la fototerapia ultravioleta fueron dos de los tratamientos principales estándar, la evidencia es insuficiente para apoyar un tratamiento específico sobre otro, y falta información para valorar la efectividad de los inhibidores de calcineurina tópicos (tacrolimus 0.1% pomada sobre todo), aunque parecen útiles como “ahorradores de corticoides” (alternándolos con éstos). La alitretinoína es más efectiva que placebo para el control de los síntomas, pero necesitan evaluarse las ventajas sobre otros tratamientos. La acitretina puede considerarse en eccemas crónicos de manos hiperqueratósicos. Los corticoides orales en pauta corta parecen ser útiles para un control rápido de la sintomatología. La ciclosporina, la azatioprina, el metotrexato y el micofenolato mofetilo se pueden considerar tratamientos de tercera línea.

Son necesarios más estudios, mejor diseñados, con seguimientos a mayor largo plazo, comparando los diferentes tratamientos.
             
Bibliografía:
- De León FJ, Berbegal L y Silvestre JF. Abordaje terapéutico del eccema crónico de manos. Actas DS 2015; 106:533-44.