jueves, 26 de julio de 2012

Fotoprotección en la infancia: Protege a los que más quieres

¿Sabías que…?
-El principal factor de riesgo evitable de desarrollar cáncer de piel es la exposición solar, y especialmente la desarrollada sin protección adecuada durante infancia y adolescencia.
-Se calcula que hasta el 80% de la exposición solar de toda la vida se produce en la infancia y adolescencia, siendo éstas etapas críticas con mayor riesgo de sufrir quemaduras, que incrementan el riesgo del desarrollo de cáncer de piel en general (y melanoma en particular) en la edad adulta.
-Igualmente se calcula que el 80% de cánceres cutáneos que se diagnostican en la edad adulta podrían evitarse adoptando medidas preventivas desde la infancia.
-No hay que olvidar que “la piel tiene memoria”: el daño solar que se produzca en la piel será acumulativo e irreversible, originando el envejecimiento cutáneo, con la aparición prematura de manchas, pecas,arrugas… y aún peor, el desarrollo del temido cáncer de piel.
-Son suficientes 15 minutos de exposición al sol para que un niño de piel clara se queme.
-No es necesario ir a la playa para quemarnos. De hecho, cuanto mayor sea la altura a la que subamos, más fácil es que nos quememos.
-El agua, la arena, el cesped y la nieve reflejan los rayos solares aumentando sus efectos perjudiciales en la piel.
-Las nubes sólo protegen de un tercio de las radiaciones solares.
-No existe la “pantalla total”: ningún protector protege por completo.
-Un índice de protección solar elevado no impide broncearse, y aunque el bronceado tarde más en aparecer, se mantendrá más tiempo sin riesgo de quemaduras. Además, cuando la piel está bronceada hay que seguir protegiéndola, pues el bronceado natural tiene baja capacidad de protección frente a los rayos UVB, y ninguna frente a los UVA. En cualquier caso, el “bronceado saludable” NO existe: es una reacción de la piel al daño del sol.

-Cuando veamos “resistente al agua” en las etiquetas de los protectores solares esto sólo implica que se mantiene tras dos baños de veinte minutos separados por 15 minutos con la piel secada al aire, y un secado enérgico con la toalla puede eliminar hasta un 85% de la protección solar.
-La crema protectora por sí sola no es una medida de protección solar suficiente.
-El mero hecho de producirse un enrojecimiento de la piel tras una fotoexposición ya es por sí mismo un cierto grado de quemadura.

¿Y qué podemos hacer nosotros para ayudarles?
-Debemos evitar que los niños menores de 2-3 años se expongan directamente al sol, pues su piel es aún muy sensible e inmadura, sin capacidad de respuesta frente a las radiaciones ultravioleta.
-Aplicar protector solar en los niños a partir de los 6 meses de vida, realizando una primera aplicación  antes de salir de casa y renovando frecuentemente (cada 2 horas) la aplicación, aún más frecuentemente después de cada baño. En los menores de 6 meses, al tener una piel aún muy inmadura, no está recomendada la aplicación de cremas fotoprotectoras.

-Procurar en los niños (sobre todo en los más pequeños) usar fotoprotectores físicos ("minerales"), que tienen menos posibilidad de inducir alergias que los filtros químicos.
-Las medidas físicas son las más importantes en la fotoprotección infantil: 
       *Debemos hacerles usar ropa adecuada (opaca), junto a gafas de sol homologadas y gorra (o incluso mejor, sombrero, que cubre además las orejas).
        *Debemos evitar su exposición solar en las horas centrales del día (11-17horas).
        *Debemos buscar la sombra.
-Hidratarles de manera abundante, con agua o aún mejor, con zumos naturales frescos.

-Dar ejemplo en hábitos saludables de fotoprotección.

martes, 10 de julio de 2012

Moluscos contagiosos: tan fácil, tan difícil

Los moluscos contagiosos son lesiones cutáneas causadas por un virus de la familia de los poxvirus (llamado "virus del molusco contagioso"). Como su propio nombre indica, estas lesiones pueden ser contagiosas (de persona a persona, o tras contacto con objeto contaminado), fundamentalmente entre los niños, aunque también pueden encontrarse en adultos (sobre todo inmunodeprimidos). Su periodo de incubación suele ser de entre 6 y 18 semanas. Cuando se encuentran en adultos y se localizan las lesiones en el área genital, suelen ser una enfermedad de transmisión sexual, y es importante descartar otras infecciones de transmisión sexual asociadas (VIH, hepatitis, sífilis, herpes, Chlamydia, etc).


Aunque completamente benignas y muy fáciles de diagnosticar en la gran mayoría de casos (como pequeñas pápulas "lesiones sobreelevadas" cupuliformes umbilicadas en su centro, y generalmente de diámetro menor a 5milímetros, y habitualmente asintomáticas ("sin dar molestia alguna"), pueden originar picor, o incluso dolor, sobre todo sin se inflaman o sobreinfectan (lo cual no es raro), y son contagiosas, por lo que suele optarse por tratarlas. 

Estas lesiones frecuentemente conllevan importantes quebraderos de cabeza a la hora de tratarlos, sobre todo si son niños, ya que la mayoría de tratamientos son dolorosos, y en muchos casos son múltiples las lesiones existentes. De hecho, en algunos centros llegan a realizar los tratamientos bajo sedación. 

Por otro lado, una opción en algunos casos sería una actitud expectante ("no tratar") pues es cierto que las lesiones terminan quitándose de forma espontánea, sin tratamiento alguno, aunque pueden pasar más de dos años hasta que dichas lesiones se resuelvan por sí solas, tiempo en que las lesiones seguirán siendo contagiosas (sobre todo para otros niños con los que contacten), por lo que como comentábamos previamente, por lo general se opta por el tratamiento.

Entre los posibles tratamientos, pueden realizarse tratamientos físicos (curetaje-raspado o pellizcamiento de las lesiones, crioterapia -originando quemaduras mediante nitrógeno líquido-, electrocoagulación -mediante bisturí eléctrico-) o químicos (aplicación de sustancias caústicas como el hidróxido de potasio). Una opción cada vez más aceptada, y en nuestra opinión el tratamiento de elección en la actualidad, sería la aplicación de cantaridina, con la cual se obtienen unos índices altos de satisfacción por parte de pacientes (y padres). Más información sobre la cantaridina en este blogINFORMACIÓN SOBRE CANTARIDINA EN MOLUSCOS CONTAGIOSOS (CLICK AQUÍ)


También son opciones terapéuticas el uso de sustancias secantes (como sprays con clorhexidina), inmunomoduladores (como imiquimod o la cimetidina) y antivíricos (como cidofovir) e incluso homeopatía (por ejemplo mediante gránulos de Thuya occidentalis). 

En cualquier caso, la gran mayoría de estos tratamientos no están exentos de efectos indeseables (fundamentalmente irritación de la piel tratada, que puede llegar a ser intensa, provocándose incluso ampollas y posible sobreinfección en la zona, así como cicatrices inestéticas y discromías resultantes).
En cualquier caso, no existe un tratamiento que asegure una resolución completa y definitiva de las lesiones de forma inmediata, siendo frecuentemente necesarias varias sesiones, sobre todo por la aparición de nuevas lesiones ("el tratamiento se realiza sobre las lesiones visibles, aunque debemos recordar que éstas son el resultado de una infección vírica, que puede seguir provocando lesiones aún no visibles en el momento del tratamiento fundamentalmente por autoinoculación del paciente"). 

En definitiva, la actitud terapéutica final probablemente debe depender de diferentes factores: Edad del paciente (y posibilidad de colaboración del mismo), número de lesiones (y localización de las mismas), patología concomitante (por ejemplo, eccemas asociados, inmunosupresión), actitud de los padres (tras comprender éstos el curso de la enfermedad y teniendo en cuenta su colaboración, sus expectativas -realistas- y aceptación de posibles secuelas del tratamiento y molestias derivadas del mismo -si es que deciden realizarlo-), aunque en la mayoría de casos en que se decide realizar tratamiento, la cantaridina parece ser el procedimiento de elección en la actualidad.
Más información: 
-Revisión sistematizada Cochrane sobre intervenciones para el molusco contagioso cutáneo: http://www.bibliotecacochrane.com/BCPGetDocument.asp?SessionID=%203874498&DocumentID=CD004767
-Cutaneous pseudolymphoma associated with molluscum contagiosum: a case report. Del Boz J, Sanz A, Martín T, Samaniego E, Martínez S, Crespo V. International Journal of Dermatology 2008;47:502-4. 

martes, 3 de julio de 2012

La página web del mes: www.cirugiaderma.es

“Atlas de Cirugía Dermatológica” es una excelente página web de gran apoyo para todos los interesados en la cirugía dermatológica a todos los niveles. Creada por el Dr. Francisco Russo de la Torre, dermatólogo de gran experiencia en la cirugía dermatológica, en ella podemos encontrar desde información sobre diferentes los tipos de suturas hasta vídeos de cirugía dermatológica, láseres...


De especial utilidad pueden resultar las soluciones que se proponen (mediante casos-ejemplos con excelente iconografía) para la reconstrucción tras la extirpación de lesiones en diferentes áreas, tanto en cara como en el resto del cuerpo.
Igualmente podemos encontrar información sobre tratamiento de las cicatrices, crioterapia (criocirugía), láser, complicaciones quirúrgicas...

En definitiva, una página fundamental para todo aquel con inquietud por la cirugía dermatológica.

http://www.cirugiaderma.es/