Además
de los tratamientos médicos convencionales y otros novedosos usados para el
control de la sudoración (que en nuestra opinión serían la base del tratamiento
de una verdadera hiperhidrosis), un enfoque integral del manejo de la
hiperhidrosis debería tener además en cuenta otros factores, como la dieta, intervenciones psicológicas, acupuntura, extractos de
hierbas… que podrían complementar el tratamiento médico convencional.
El
uso de estas opciones terapéuticas debe ser individualizado a cada persona,
teniendo en cuenta intensidad de sudoración, localización de hiperhidrosis, edad,
sexo, enfermedades que presente la persona, sus tratamientos habituales, tratamientos usados para
sudoración, expectativas…
Si bien existen estudios científicos que avalan estos "remedios", cierto que es que se echa de menos estudios mejor diseñados, más amplios, con más pacientes, con mayor tiempo de seguimiento... que en definitiva aporten una evidencia científica mayor sobre su posible utilidad respecto a la que tenemos en la actualidad, y en cualquier caso recomendamos que se consulte con su médico antes de seguir alguna de estas recomendaciones.
Dieta.
Deben
evitarse alimentos que puedan agravar la sudoración, incluyendo comidas/bebidas
que aumenten el metaboilsmo basal o que sean vasodilatadores o estimulantes.
Así, deberían evitarse la cebolla (que favorece la vasodilatación), el ajo (que
contiene sulfuros que pueden dar mal olor al sudor -"bromhidrosis"-), la cafeína (que estimula
el sistema nervioso central y produce vasodilatación y aumenta el metabolismo
basal, la frecuencia cardíaca…), el alcohol (que también favorece la
vasodilatación), o las comidas picantes (que aumentan el metabolismo, la
producción de calor, y la sudoración).
De
la misma manera, pueden ser beneficiosas las comidas que facilitan la digestión
o con actividad astringrente, como puede ser beber abundante agua o comer
alimentos con mucho contenido en agua. En general la fruta, la sidra, el aceite
de oliva, comidas ricas en vitamina B (pescado, huevos, carne roja, nueces,
aguacates, zanahorias, guisantes…) y en calcio y magnesio son beneficiosas.
Suplementos
de extractos de hierbas.
Algunos
extractos vegetales con propiedades astringentes o en la relajación de estrés o
ansiedad podrían ser útiles. Hay que tener en cuenta que muchos de estos
extractos, si bien no son considerados medicamentos, no están exentos de
posibles efectos adversos e incluso pueden interaccionar con algunos fármacos,
por lo que debemos informarnos correctamente de estos detalles antes de
plantearnos tomarlos.
La
Salvia, que puede tomarse como té, colutorio, como tintura, o extracto, podría
ser útil según algunos estudios por su poder ansiolítico.
La
Esquisandra es una hierba a la que se le atribuye una potente actividad
astrigente. Puede encontrarse como tintura, polvos, cápsulas, comprimidos, estractos…
El
Bálsamo de Limón (Melissa officinalis) tiene cierto efecto ansiolítico que
puede ser beneficioso.
Kava kava es la base de una bebida
ceremonial de las islas del Pacífico de la familia de la pimienta, con poder
ansiolítico.
La
Hierba de San Juán (Hypericum perforatum)
tiene efecto antidepresivo que puede ser beneficioso.
Medicina "Cuerpo-Mente".
El
tratamiento mediante masajes y el yoga pueden ser beneficiosos al mejorar el
estrés (que a su vez favorece la sudoración).
La
técnica del Biofeedback también puede ayudar a regular la sudoración,
favoreciendo que los pacientes controlen procesos que normalmente se controlan
de forma involuntaria, como el ritmo cardíaco, la tensión muscular o la
temperatura de la piel.
La
Acupuntura podría ayudar a modular el sistema nervioso autonómico, que a su vez
engloba el sistema nervioso simpático, que es el que controla la producción de
sudor.
La
Hipnosis podría ser beneficiosa al originar un estado de relajación, mejorando
nuestra respuesta al estrés emocional, e incluso algún estudio la usó para
eliminar el dolor asociado a las infiltraciones de toxina botulínica en
hiperhidrosis.
La
Psicoterapia en general podría ser útil, al mejorar la respuesta a la ansiedad,
si bien la presencia de hiperhidrosis sin otros síntomas no es indicativo de
una enfermedad psicológica subyacente.
Más
información.
-Norman RT, Shenefelt PD, Rupani RN.
Integrative Dermatology. Printed by: Oxford University Press 2014.
-Ellis, J. Hyperhidrosis: diet tips
to stop excessive sweating. Available at
-Caelia, A. Natural herbs for sweaty
hands. Available at: