En verano se generan muchas consultas al
dermatólogo cuando, al usar ropa de baño, muchas personas descubren en su piel alguna
“mancha” o algún “lunar” que les llama la atención. Otras veces estas lesiones
son detectadas por personas cercanas. Son muchos los estudios que aconsejan que
de vez en cuando dediquemos algún tiempo a revisar nuestra piel con
detenimiento. Esto podría salvar vidas, ya que está demostrado que la mortalidad
relacionada al cáncer de piel se encuentra frecuentemente en estrecha relación
al estadío en que la lesión es diagnosticada (a diagnóstico en fase más precoz, mejor pronóstico). La frecuencia aconsejada es como norma general realizar dicha exploración cada tres meses (4 veces al año).
¿Quién debe realizarse una autoexploración?
¿Quién debe realizarse una autoexploración?
Todo el mundo puede beneficiarse de aplicar esta técnica, ya que el cáncer de piel puede presentarse en todas las edades, razas y en cualquier sexo y condición, pero esto es especialmente importante en personas de piel clara, ojos claro y pelo rubio/pelirrojo, con tendencia a quemarse (y no broncearse) al exponerse al sol.
También en personas que trabajan/han trabajado al aire libre, con antecedentes de quemaduras en la infancia, antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, si hay presencia de muchos lunares, datos indicativos de daño solar (muchas pecas/manchas, queratosis solares...) y personas inmunodeprimidas (con menor actividad en su sistema inmunitario, de forma constitucional, por algunas enfermedades o por la toma de medicamentos que lo condicionan), especialmente pacientes trasplantados.
También en personas que trabajan/han trabajado al aire libre, con antecedentes de quemaduras en la infancia, antecedentes personales o familiares de cáncer de piel, si hay presencia de muchos lunares, datos indicativos de daño solar (muchas pecas/manchas, queratosis solares...) y personas inmunodeprimidas (con menor actividad en su sistema inmunitario, de forma constitucional, por algunas enfermedades o por la toma de medicamentos que lo condicionan), especialmente pacientes trasplantados.
¿Cómo realizarnos esta exploración?
Ésta debe realizarse en una habitación con
buena luz, y con la ayuda de un espejo. La Asociación Española Contra el Cáncer
nos explica en su página cómo realizarla de una forma muy sencilla:
¿Cuáles son posibles signos de alarma?
-“Bultos”, “manchas” o “lunares” de nueva
aparición, o bien otros de larga evolución, que crecen o cambian de color, forma o
tamaño, o bien si pican o sangran de forma espontánea.
-Lesiones rojizas o costrosas con aumento de tamaño progresivo.
-Lesiones rojizas o costrosas con aumento de tamaño progresivo.
-“Heridas” que no terminan de cicatrizar.
-“Manchas” diferentes al resto.
-Respecto al melanoma (“cáncer de piel
relacionado con los lunares”), una regla fácil y de gran utilidad práctica
sería la regla del “A-B-C-D-E” o el
signo “del patito feo” de los lunares, que ya comentamos en el siguiente
enlace: http://javierdelboz.blogspot.com.es/2012/02/melanoma-el-patito-feo.html
Ante la duda, el dermatólogo debe ser
siempre el especialista a quien consultar al respecto.
Un paciente a quién se le extirpó un melanoma reflexiona acerca de la importancia de la exploración cutánea y de la importancia del diagnóstico precoz en este interesante vídeo:
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