Las dermatitis alérgicas de contacto, es decir, dermatitis inducidas por el contacto con una determinada sustancia a la que el paciente presente alergia, pueden expresarse de diferentes formas; frecuentemente se expresan como dermatitis (eccemas) en las manos (más información en este blog), pero podemos encontrarlas en otras localizaciones y con distintas formas clínicas.
Muy frecuentes son por ejemplo aquellas que se producen en cualquier localización corporal secundarias al uso de cremas antihistamínicas o antiinflamatorias, a determinados parches/adhesivos/apósitos, al uso de determinados cosméticos, colirios, tintes… También a veces las vemos de forma aerotransportada, por ejemplo afectándose zonas de piel muy fina como son los párpados, piel retroauricular, submandibular… tras el uso de lacas de uñas, perfumes… Existe igualmente un tipo particular de dermatitis de contacto, conocida como “dermatitis alérgica de contacto proteica”: en esos casos la clínica suele ser de aparición de “ronchas” (urticaria) sobre el eccema crónico de manos justo al manipular determinados alimentos, fundamentalmente de charcutería/pescadería, o el contacto con epitelios de animales.
Las pruebas epicutáneas o “test
del parche” suponen la herramienta básica para realizar el diagnóstico de la
dermatitis alérgica de contacto. En estas pruebas usamos por lo general las
sustancias que más frecuentemente producen alergias en la piel en España, lo
que se conoce como “Batería Estándar” (a veces ampliada con algunas sustancias
más, según las recomendaciones del Grupo Español de Investigación de Dermatitis
de Contacto y Alergia cutánea (GEIDAC).
Para ello se colocan unos
“parches” en la espalda del paciente y en función de la respuesta observada en
la piel (presencia o ausencia de inflamación) podremos por lo general confirmar
o descartar la alergia concreta.
La serie de parches estándar
permite realizar el diagnóstico en la mayoría de casos. Sin embargo en algunas
ocasiones cuando los resultados del test son negativos y existe alta sospecha
de origen alérgico de la dermatitis, se pueden realizar pruebas epicutáneas
adicionales (con otras sustancias más concretas, que serán elegidas en función
de la sospecha concreta): por ejemplo, existen “baterías” (conjunto de parches
con alérgenos muy específicos) específicas para productos de peluquería,
perfumes/fragancias, cosméticos, metales, productos dentales y acrilatos.
Para la realización de las
pruebas epicutáneas por lo general son necesarias tres citas, espaciadas entre
sí por 2 días. En la primera cita se colocarán los parches, y en las otras dos
(a las 48 horas y 96 horas de la colocación) se valorará la reacción en la piel
a estas sustancias.
Si existe fuerte sospecha de alergia a un producto muy concreto (una crema, fotopotector, perfume…) y las pruebas son negativas, puede plantearse el realizar pruebas “más específicas”, procurando obtener todos los componentes de dicho producto y parcheando dichos componentes, aunque a veces esto es un proceso muy complejo.
En estos casos (sospecha de
alergia a un producto muy concreto y pruebas epicutáneas habituales negativas,
o bien cuando hay dudas ante un parche “positivo no claro”) puede ser útil
realizar un Test de Aplicación Abierta Repetida (ROAT), prueba muy sencilla que
consistiría en aplicar dicho producto en un mismo sitio (una pequeña área de
piel) del antebrazo 2 veces al día por 3 semanas; si hay reacción inflamatoria
más o menos intensa, esto podría ser suficiente para confirmar la alergia. En
algunos casos (sospecha de alergias de contacto a plantas, productos del
entorno laboral, medicamentos…) se aplican también a un “control sano” (por
ejemplo, a un acompañante en que no existe dicha sospecha) para comprobar que
si hay reacción al producto, no sea por irritación que pueda originar en
cualquier persona. En caso de que los productos a testar sean productos “rinse-off” (pensados para
aplicarlos y luego aclarar), suele realizarse una modificación de la prueba,
conocida como “test semiabierto”, en que se aplica una pequeña suspensión del
producto en una pequeña superficie de piel, dejar secar y luego cubrir con
adhesivo, y se evalúa en a las 48 y 96 horas después.
Recomendaciones antes de las
pruebas epicutáneas:
-No debe tomar antihistamínicos
ni corticoides orales u otros medicamentos “que puedan bajar las defensas”
durante al menos una semana antes de la realización de las pruebas. Si no fuese
posible cumplirlo, debe avisarlo antes. Debe saber que en caso que los esté tomando
o los haya tomado en los días previos, deberá avisarlo ya que los resultados
podrían alterarse.
-Aporte información sobre los
productos que usted crea responsables de la alergia (puede traer a la consulta
los envases o prospectos/hojas informativas de dichos productos).
-Durante el tiempo que los
parches estén colocados en la espalda, no podrá lavarse esa zona, y también
deberá evitar sudar y realizar ejercicio, pues podrían despegarse y alterar el
resultado final de la prueba.
-Recuerde que la lectura final de
la prueba se realiza al 5º día (o cuando se le indique), ya que en muchas
ocasiones antes no habrá reacción alguna.
A tener en cuenta tras las
pruebas epicutáneas:
-Hay que valorar si la
positividad que encontremos en la prueba del parche es “relevante” o no
respecto al cuadro clínico del paciente (puede que esa sustancia no esté
relacionada con el problema del paciente, y que esta persona no tenga contacto
alguno con dicha sustancia; en esos casos no se considera que sea una verdadera
alergia).
-Una vez tengamos los resultados,
debemos tener información completa de los alérgenos que se han considerado como
positivos (con relevancia clínica), para conocer en qué elementos podemos
encontrarlos, para procurar evitar el contacto con los mismos. Igualmente, hay
que tener igualmente en cuenta que en muchos casos una misma sustancia
alergénica podemos encontrarla bajo distintas denominaciones. Por ejemplo,
“Kathon CG” puede aparecer como “metil-isotiazolinona”. De la misma forma,
sabemos que la alergia a una determinada sustancia puede condicionar alergias
“cruzadas” a otros compuestos.
-Podemos encontrar dicha
información sobre la mayoría de alérgenos usados en: http://martitoralergia.es/wp-content/uploads/2017/11/Fichas-de-informacio%CC%81n-True-Test.pdf
Otras pruebas usadas ante sospecha de dermatitis alérgica de contacto:
Cuando hay sospecha de “alergia
de contacto proteica” en relación al contacto con pescados, carnes y embutidos,
por lo general se usa otra prueba distinta, conocida como “Prick by Prick”.
Muy interesante, gracias por la información!
ResponderEliminarNo en todos los casos de eccemas serán necesarias estas pruebas. El dermatólogo indicará cuando se deben realizar.