¿Qué es la Hidrosadenitis Supurativa?
La
Hidrosadenitis Supurativa (HS), también llamada Acné Inversa o Hidradenitis, y cuyas lesiones básicas son conocidas vulgarmente como "golondrinos", es una enfermedad inflamatoria que
afecta a la piel y que está originada por la obstrucción de la unidad pilosebácea (donde
nace el pelo y se forma la grasa), existiendo además un desequilibrio del
sistema inmunitario subyacente. Es una enfermedad crónica y recurrente, pero no
contagiosa, y tampoco es una infección, y por supuesto no se debe a hábitos
deficitarios de higiene corporal. Al estar relacionada también al sistema inmunitario, no es rara su asociación a otras enfermedades con trasfondo inmunitario como son la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (sobre todo la Enfermedad de Crohn) o el pioderma gangrenoso.
¿Por qué se origina?
Aunque
no se conoce su causa exacta, parece que está favorecida por una cierta predisposición propia
(genética). De hecho, no es raro que haya antecedentes de lesiones similares en la misma
familia.
Las hormonas también pueden influir en algunos casos, como ocurre en
algunas mujeres en que los brotes coinciden con el periodo menstrual, y de hecho en muchas mujeres mejora tras la menopausia.
Al
ocluirse el folículo pilosebáceo, no puede salir a la piel el contenido de las
glándulas localizadas en la piel de los pliegues, y esto favorece
la formación de quistes, que a su vez se sobreinfectarán por las bacterias de
la piel de la zona, como el estafilococo dorado.
A su vez la respuesta inmunitaria originada por la obstrucción y ruptura
folicular está alterada, originándose una reacción inflamatoria exagerada.
Existen además factores externos que favorecen su desarrollo y desencadenamiento o agravamiento de brotes. Aquí se
incluye el tabaquismo, asociado a cuadros más graves y peor respuesta al
tratamiento. También el sobrepeso-obesidad, que favorece la aparición de
lesiones debido a la irritación mecánica y la fricción, oclusión y maceración
de las zonas afectadas.
Igualmente,
el uso de desodorantes, productos de depilación y el rasurado de las zonas
afectas puede ser contraproducente. El estrés psicológico también puede
empeorar o desencadenar brotes. De
la misma forma, fármacos como litio o sirolimus también pueden ser
perjudiciales.
¿A quién afecta?
Se
estima que el 1-4% de la población la presenta, en mayor o menor medida, siendo
más frecuente en mujeres, aunque en varones suele ser más grave. Suele aparecer
tras la pubertad, entre los 20 y 30 años de edad, y generalmente suele
disminuir su intensidad con los años, sobre todo en las mujeres a partir de la menopausia.
¿Cómo se manifiesta?
Suele
presentarse como lesiones inflamatorias (lesiones de foliculitis -“granos”-,
nódulos -“bultos”-, abscesos…) dolorosas, que frecuentemente se acompañan de
secreción de pus y se acompañan de mal olor. Normalmente se localizan en los grandes pliegues de la piel, donde abundan las glándulas sudoríparas apocrinas, como son
las axilas, mamas, muslos (sobre todo en mujeres) o las ingles y zona
anogenital (sobre todo en hombres). Las primeras señales suelen ser picor en la
zona, quemazón, enrojecimiento y dolor, y pueden evolucionar a la formación de
fístulas (“túneles que conectan las lesiones entre sí”) bajo la piel y que
pueden drenar en la superficie de la piel, y luego a cicatrices. Por la
formación de estas “conexiones”, frecuentemente si se presiona la zona puede
salir líquido purulento maloliente.
Por
lo general suelen existir periodos de actividad, con brotes dolorosos, y
periodos de remisión, sin brotes.
Afortunadamente
la mayoría de las personas que sufren de HS tienen formas leves, aunque una cuarta parte presentará formas más intensas, con formación recurrente de nódulos dolorosos,
así como abscesos y fístulas en bajo número en una o más partes del cuerpo,
pudiendo formar cicatrices. Sólo el 4% de estas personas presentará la forma
grave, con brotes de abscesos dolorosos de forma continuada, con dolor y
supuración constantes.
Todo
ello puede afectar mucho la calidad de vida de las personas afectas, tanto
física como psicológicamente, originando en muchos casos sentimientos de
vergüenza y pudiendo repercutir en la vida social y laboral del paciente. Igualmente el presentar lesiones en zonas íntimas puede conllevar disfunción en la esfuera sexual. No
son raros los síntomas de ansiedad o depresión. De hecho, la HS está considerada como la enfermedad dermatológica de mayor impacto en la calidad de vida.
¿Cómo se diagnostica?
Aunque
no existe ninguna prueba específica de diagnóstico, éste suele realizarse en
base a la clínica, ante la presencia de lesiones típicas, en localizaciones típicas, de forma
crónica o recurrente. En algunos casos su médico puede solicitar pruebas
complementarias, como biopsias, cultivos o pruebas radiológicas (es de especial
utilidad la ecografía) para poder valorar evaluar mejor cada caso concreto.
¿Cuál es su tratamiento?
El
tratamiento no es curativo por lo general, sino que está enfocado en conseguir
controlar la inflamación y los síntomas asociados. Éste debe individualizarse a
cada caso según la gravedad del cuadro y el impacto que produzca sobre el
paciente, teniendo igualmente en cuenta los antecedentes personales del paciente,
su medicación habitual, la localización y tipo de lesiones, los tratamientos
previamente utilizados y la respuesta que presentó a éstos… De forma general
incluirá la combinación de medicamentos tópicos (aplicados en la zona) como
exfoliantes, antisépticos o antibióticos, y sistémicos (generalmente vía oral)
incluyendo antibióticos (sobre todo tetraciclinas, asociaciones de
rifampicina-clindamicina y sulfonas), antiinflamatorios, derivados de la
vitamina A (como acitretina), inmunosupresores y fármacos “biológicos”.
Los
antibióticos actuarán buscando un control de la inflamación y de la
sobreinfección bacteriana. Acitretina actuaría fundamentalmente tratando la
obstrucción del folículo. Los fármacos “biológicos” actuarían bloqueando la
respuesta inflamatoria.
También
la cirugía puede ser de gran utilidad en muchos casos, especialmente ante la
existencia de abscesos, fístulas y nódulos persistentes.
Para conocer algunos consejos generales para cuidados de pacientes con hidrosadenitis, pulse aquí.
Para conocer algunos consejos generales para cuidados de pacientes con hidrosadenitis, pulse aquí.
Agradecemos al Dr. Juan Manuel Segura, dermatólogo en Hospital Costa del Sol y Clínica Ochoa de Marbella, experto en Hidrosadenitis Supurativa, por su asesoramiento en este tema.
Más
información:
-Martorell
A, García FJ, Jiménez-Gallo D, Pascual JC, Peeyra-Rodríguez J, Salgado L, et
al. Actualización en hidradenitis supurativa (II): aspectos terapéuticos. Actas
Dermosifiliogr. 2015;106:716-24.
-Carrascosa
JM, Bassas J, Puig L. Hidradenitis supurativa: nuevas oportunidades para una
enfermedad dermatológica huérfana. Actas Dermosifiliogr. 2015;106:448-51.
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