martes, 26 de diciembre de 2017

¿Cómo usar de forma correcta una crema con corticoide?

Los corticoides, corticosteroides o glucocorticoides son sustancias con un elevado poder antiinflamatorio.
Como ya comentamos en el post anterior sobre corticofobia, la introducción del uso de los corticoides tópicos (“cremas con cortisona”) en los años 50 supuso una revolución en el tratamiento de todo tipo de dermatosis inflamatorias, como la dermatitis atópica o la psoriasis entre otras.
Si bien se trata de fármacos por lo general muy seguros, no están exentos de posibles efectos adversos, especialmente si se abusa de su uso, o si se usan de forma incorrecta.
No existen pautas de tratamiento estándar. Por ello, aunque el médico debe individualizar la pauta de tratamiento a cada paciente, comentaremos una serie de pautas para procurar favorecer un uso correcto de los mismos.



-¿Cuándo tratar con corticoides tópicos?
Lo primero y más importante: los corticoides tópicos deben usarse para una indicación correcta, y siempre bajo supervision médica: deben ser prescritos por un médico.
Con respecto a los eccemas, una de las indicaciones más frecuentes, se recomienda que se trate el eccema desde su inicio, sin esperar a que éste se cronifique. Si esperamos a que el eccema evolucione, al hacerse más intenso, precisará el uso de más cantidad de crema que si la hubiésemos usado al inicio del mismo.

-¿Cuándo están contraindicados (cuándo NO tratar con) los corticoides tópicos?
No deben usarse ante infecciones activas bacterianas, fúngicas o víricas, en las que no se ha aplicado un tratamiento antimicrobiano específico. Existen, no obstante, algunos procesos con sobreinfección que pueden beneficiarse del tratamiento con corticoides tópicos por diferentes motivos (entre ellos, la disminución de la respuesta inflamatoria).
Tampoco deben usarse como tratamientos únicos a largo plazo (crónicos) de áreas muy extensas de la piel.
Deberán evitarse ante antecedentes personales de alergia a una molécula o al excipiente contenido en ese corticoide tópico concreto.

-¿Qué cantidad de producto aplicar?
Debe aplicarse una cantidad adecuada de crema: Una regla sencilla es la de la “yema del dedo”: una cantidad de crema que abarque la yema del dedo del adulto que aplicará la crema debe ser suficiente para tratar una superficie de piel equivalente a dos palmas de mano del mismo adulto.

-¿Con qué frecuencia deben aplicarse?
Normalmente una sola aplicación diaria suele ser suficiente, y se desaconseja aplicarlos  más de dos veces por día, al no obtener mayor beneficio y sí más posibilidad de efectos adversos.

-¿Por cuánto tiempo?
En el caso de los eccemas, como norma general se recomienda mantener su aplicación “hasta que la piel esté lisa”, y nunca de forma indefinida. En el prospecto suele indicarse el número máximo de días seguidos que puede aplicarse la crema, que deberá respetarse a menos que su médico le indique otra cosa de forma explícita. Aunque puede haber excepciones, de forma general se aconseja evitar el uso de corticoides tópicos por más de 4 semanas seguidas, y si se usan aquellos de alta/muy alta potencia, de forma general se recomienda no aplicarlos a diario por más de 2 semanas.

-¿Qué corticoide usar?
Debe elegirse correctamente el producto a aplicar. Hay que tener en cuenta que existen más de 20 posibles corticoides (principios activos) tópicos disponibles en el mercado, y éstos se dividen según su potencia en baja, media, alta, y muy alta potencia (ver tabla), y como su nombre indica, su potencia será muy variable. Algunos se situarán en uno u otro grupo según la concentración de producto que se utilice. De la misma manera, de forma general, a más alta potencia, más posibilidad de efectos adversos.
Además del principio activo concreto y su concentración, hay que tener en cuenta su excipiente –crema, pomada, espuma, emulsión, gel, loción, solución, champú…-, y su elección será individualizada en funcion de la edad del paciente, la zona corporal a tratar, y del tipo e intensidad de las lesiones a tratar.
De forma general, cuando más graso sea el excipiente, más puede penetrar la piel y absorberse, pudiendo originar también más efectos adversos. Además, debemos tener en cuenta que existen áreas corporales de piel más fina, y por tanto más sensible (al efecto del corticoide, y a la posibilidad de que éste asocie efectos adversos), como ocurre con la cara y la zona genital; en estas zonas deberemos evitar el uso de corticoides de alta potencia, e igualmente se recomienda limitar especialmente el tiempo de uso. Lo mismo ocurre en los niños (y más aún los lactantes), con una piel más fina y sensible que los adultos. Además, si la crema de cortisona es aplicada "en oclusión" (tapada con algún tipo de film, apósito o vendaje), o si se aplica sobre una piel dañada (por ejemplo, con heridas o eccemas) su efecto y posibles efectos adversos también podrán ser mayores.

-Precauciones al aplicar un corticoide tópico:
Es aconsejable lavarse bien las manos tras su aplicación, y es preciso aclararse los ojos con abundante agua si entraran accidentalmente en contacto con los corticoides tópicos.


En definitiva, es importante entender que la aplicación de un corticoide tópico de forma apropiada minimizará la posibilidad de presentar efectos secundarios.
Para ello, deberá aplicarse con una indicación correcta, bajo supervisión médica, aplicando la crema en forma correcta (en cantidad, frecuencia y tiempo de aplicación), eligiendo adecuadamente el corticoide a usar (principio activo concreto, concentración y excipiente) según edad del paciente y sus antecedentes personales, según la zona corporal a tratar, y del tipo e intensidad de las lesiones a tratar.

Más información:
-Coondoo A, Phiske M, Verma S, Lahiri K. Side-effects of topical steroids: A long overdue revisit. Indian Dermatol Online J. 2014 Oct;5(4):416-25.

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