jueves, 28 de agosto de 2014

(Demasiado) Sexo en Nueva York

En este interesante (a la par que divertido) trabajo publicado en una de las revistas de Dermatología de más prestigio en el mundo (Journal of the American Academy of Dermatology and Venereology), dermatólogos de la Universidad de Texas se proponen averiguar el riesgo de haber contraído una enfermedad de transmisión sexual (ETS) para cada una de las protagonistas de la famosa serie “Sexo en Nueva York” (“Sex and the City”), serie cuyo final tuvo lugar hace ya 10 años, si bien sigue contando con millones de fans por todo el mundo.



En los 94 episodios de dicha serie Samantha tuvo 44 parejas sexuales diferentes, Carrie 20 y Miranda y Charlotte tuvieron cada una 18 parejas. Contando con que ninguna de ellas tuviera ninguna ETS al comienzo de la serie, asumiendo una media de 5 relaciones con cada pareja, y estimando los riesgos de contraer una ETS (según los datos oficiales de prevalencia de cada ETS en Nueva York) a pesar del uso de preservativo en cada relación, al final de la serie el riesgo estimado para Samantha por ejemplo, de tener infección por virus del papiloma humano (VPH) se elevaría hasta un 63.1%, y de contraer herpes genital, de un 19.8%. En el caso de Carrie, el riesgo de infección por VPH sería de un 36.5%, y de herpes genital, un 9.6%, siendo algo menores dichas cifras para Miranda y Charlotte.

El riesgo de contraer infección por VIH, sífilis, Chlamydia o gonorrea fueron bajos, debido al uso del preservativo, y este trabajo nos permite recordar que los preservativos no previenen las ETS, sino que sólo reducen su riesgo, y son menos efectivas en protegernos frente a  ETS que se contagian mediante contacto de piel con piel, sin necesidad de  secreciones.

Igualmente, debemos recordar que el riesgo de contraer una ETS aumenta con el número de exposiciones (relaciones) incluso con uso correcto de preservativo. Además, las ETS frecuentemente son asintomáticas, por lo que en muchos casos son contagiadas sin que la persona que la contagia sepa de su existencia, y por ello, deben evitarse parejas de alto riegso ge presentar ETS, como son prostitutas, drogadictos… pero también personas promiscuas en en general, como ocurre con las protagonistas de la serie.

-Referencia: Poonawalla TA, Pharm D, Diven DG. Syphilis and the city. J Am Acad Dermatol Venereol. 2006;54:324-5. 

-Más información sobre Enfermedades de Transmisión Sexual en este blog: 
http://javierdelboz.blogspot.com.es/2013/01/enfermedades-de-transmision-sexual-en.html

miércoles, 13 de agosto de 2014

Picaduras de verano

La Dra. Gloria Requena, alergóloga general y pediátrica en Clínica del Río de Estepona, clínica Lacibis en Alhaurín el Grande, Hospital Xanit de Benalmádena y en Hospital Ceram de Marbella, nos habla sobre las picaduras de insectos, tan frecuentes en esta época del año.

En verano, una gran multitud de insectos voladores invaden el aire y nos atacan dentro y fuera de casa. Por lo general, las molestias causadas por sus picaduras suelen ser leves y terminan por pasar, pero algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas que en raras ocasiones pueden ser graves.

Diversos insectos pueden provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Entre  ellos, los más importantes son los himenópteros (abejas, avispas y algunas hormigas americanas), los Mosquitos, las chinches, las pulgas, los tábanos y la procesionaria del pino, que iremos comentando.

Mosquitos
Culex pipiens se considera el culicídeo más encontrado en el ambiente humano. Necesitan la sangre para poner sus huevos, y sólo pican las hembras. Suelen producir reacciones locales (en el sitio de picadura) de tipo inmediato, con aparición de enrojecimiento inmediato en el lugar de la picadura, con mucho picor asociado, con aparición de una pápula (pequeña sobreelevación de la piel) en las 2-6 horas posteriores y que puede durar entre 1 y 2 días.
Al contrario de lo que ocurre con abejas y avispas, las reacciones generalizadas son bastante raras, y diversos estudios parecen demostrar que parte de las reacciones cutáneas exageradas a picadura de mosquitos se producen por mecanismo de sensibilidad a su saliva.
Tras sucesivas picaduras, pueden desarrollarse cuadros de hipersensibilidad (reacción exagerada originada por parte de las propias defensas de nuestro cuerpo) en que se originan múltiples “ronchas” (la gran mayoría, en áreas donde no presentó picaduras) que pican mucho, pueden aparecer en varias “tandas” y que pueden permanecer por varias semanas, lo cual es conocido como “PRÚRIGO” o “URTICARIA PAPULOSA”, muy común en niños, pero que también puede verse con cierta frecuencia en adultos. Si nos fijamos, estas “ronchas” del prurigo presentan en su superficie una vesícula milimétrica, que rápidamente se rompe formando una costra al rascarse la zona.
Parece ser que las personas que sufren reacciones locales intensas a las picaduras de mosquito NO son más frecuentemente alérgicos que aquellos que sufren reacciones “normales”.

Chinches
Se alimentan habitualmente por la noche. Residen en grietas del suelo  paredes, en las camas y los muebles. Frecuentemente originan reacciones en zonas expuestas (no cubiertas por ropa) como cara, cuello, brazos y manos, con dos o tres lesiones papulosas en fila (se les denomina picaduras de “desayuno, almuerzo y cena”).

Pulgas
Pulex irritans es la especie que con mayor frecuencia parasita al hombre. Son ectoparásitos de 1-8 mm, sin alas, que se alimentan de sangre de vertebrados. La lesión (localizada) consiste en una pápula eritematosa centrada por una petequia (punto rojizo o violáceo), pruriginosa, que suele persistir varios días, y aparecen sobre todo en tobillos/piernas. Las manifestaciones clínicas más relevantes son cuadros urticariales, erupciones vesiculosas o eccema. También pueden desencadenar cuadros de prúrigo, igual que los mosquitos. Las pulgas que parasitan habitualmente animales (gatos, perros, pájaros) cuando parasitan al hombre origina cuadros aún más intensos que la de la pulga humana.

Tábanos
Pertenece a la familia de las moscas. Se trata de una hembra hematófaga de sangre humana. Suele originar picaduras dolorosas, pudiendo originar nódulos ("bultos") dolorosos bajo la piel, y ocasionalmente reacciones locales intensas (vesículas y ampollas de contenido líquido), e incluso pueden producirse reacciones anafilácticas (reacciones alérgicas de gran intensidad con afectación generalizada, no sólo de piel, sino también de las mucosas, pudiendo dificultar respirar o tragar, e incluso originar un fallo de diferentes órganos y llevar a la muerte) de mecanismo mediado por IgE.

Procesionaria del pino
Es la oruga del lepidóptero nocturno Thaumetopoea pityocampa. Afecta a distintas clases de pinos, en los que forma sacos de aspecto algodonoso. Las larvas lanzan pelos urticantes, que pueden ser transportados por el viento y producir cuadros como conjuntivitis y dermatitis debido a un mecanismo inespecífico. También pueden desencadenar casos de urticaria (“con habones que van cambiando de localización o desaparecen en cuestión de minutos/horas”), rinitis, asma e incluso anafilaxia.

Entre los himenópteros encontramos diferentes familias:
Apoideos (abejas y abejorros), Vespoideos (avispas y avispones) y Formicoideos (hormigas). Puesto que en nuestro medio la reacción por picadura de hormiga tiene poco valor, nos centraremos en los primeros.

Avispas: son de color negro con rayas amarillas transversales. Dado que su aguijón es liso, pueden picar en más de una ocasión. El género Polistes (avispas papeleras) se caracteriza por realizar nidos aéreos, mientras que el género Véspula (yellow jackets), mucho más agresivo, también los realiza en huecos.

Abejas: son el himenóptero más frecuente en nuestro medio. Su cuerpo presenta pilosidad y su aguijón es dentado (en forma de arpón), lo que conlleva que con frecuencia su picadura produzca la muerte de la propia abeja por evisceración abdominal, ya que el aguijón queda clavado.

La mortalidad por reacción grave (anafilaxia) tras picaduras se encuentra en torno a 8 fallecimientos por cada cien millones de habitantes/año. De éstos, gran parte, se producen en los primeros 30 minutos tras la picadura y normalmente se podrían evitar si se dispusiese en ese momento de adrenalina.


Los factores de riesgo para una reacción alérgica grave son:
 Exposición a las picaduras.
  Edad: los niños tienen una reactividad menor al veneno.
Gravedad de la reacción previa: cuanto más grave es la reacción previa, mayor es la probabilidad de que se repitan este tipo de reacciones intensas, e incluso de que sea mortal.
Cantidad de veneno inoculado: depende de la especie, de la duración de la picadura, de la extracción del aguijón…
Tratamiento farmacológico (que ya estuviera haciendo el paciente) con beta-bloqueantes o con inhibidores de enzima conversora de angiotensina (fármacos habitualmente usados como tratamiento de hipertensión arterial o de arritmias del corazón).


¿Cómo prevenir las picaduras?
Se deben tener en cuenta una serie de medidas encaminadas a evitar la picadura de insectos en pacientes sensibilizados, tales como evitar comer o beber al aire libre y el uso de ropa de colores llamativos y los perfumes en el campo; debe evitar acercarse a árboles frutales, flores, arbustos y basura. Además se recomienda viajar en automóvil con las ventanillas cerradas, y evitar movimientos bruscos cuando se detecte una abeja o avispa cerca.


Tratamiento de picaduras de insectos
Medidas generales: 
  -Extraer el aguijón sin comprimirlo, en caso de picadura de abeja, y alejarse de la zona del “accidente” (puede que haya más abejas cerca).
  -Sobre reacciones locales, aplicar frío en la zona (gasas con agua fría o hielo) y tratar con antihistamínicos vía oral y corticoides tópicos u orales.

Reacciones sistémicas: el tratamiento habitual para la anafilaxia consiste en adrenalina autoinyectable para administración intramuscular, en la dosis que haya recomendado el alergólogo, y educación para que la lleve siempre consigo.

miércoles, 23 de julio de 2014

Medidas físicas de fotoprotección: Porque las cremas no lo son todo

Aunque al pensar en protección solar lo que nos venga en primer lugar a la cabeza sean las cremas “fotoprotectoras”, antes que eso deberíamos tener en cuenta una serie de medidas, que aunque lógicas, no siempre tenemos en consideración: Son las “Medidas Físicas”:
Buscar la sombra, y usar adecuadas ropas, sombrero y gafas.

Ropa adecuada: Al igual que en la etiqueta del protector solar siempre buscamos el “factor de protección solar” (FPS), existe también un valor similar que nos indica la protección que puede tener una prenda, como es el FPU, aunque por desgracia aún no se ha generalizado su indicación en las prendas, y sólo suelen indicarlo algunas prendas muy específicas (sobre todo determinadas prendas deportivas y para la playa). Este FPU dependerá del tipo de tejido, de su color, posible estiramiento, humedad, lavado… Así, de forma general protegerán más aquellas prendas que sean oscuras, pesadas, poco porosas, con poca capacidad de estiramiento, menos lavados… y protegerán más estando secas que si están húmedas. Así, por ejemplo, seda y poliéster tienen por lo general más protección que algodón y nilo.

Sombreros: lógicamente, tendrán igualmente más protección si son de tejidos más tupidos y colores oscuros, y se recomiendan especialmente aquellos que puedan proteger también el cuello (sombreros de ala ancha, o sombreros “de legionario” -con trozo de tela que cae sobre cuello-).

Gafas de sol: Se recomiendan gafas de sol homologadas, que pueden protegernos respecto al 99-100% de las radiaciones UVA y UVB.

Búsqueda de la sombra y sombrillas: Hay que tener en cuenta de nuevo el tipo de tejido y el tamaño de las sombrillas. Por otro lado, aunque se calcula que las sombrillas filtran el 95% de la radiación directa, no evitarán la radiación indirecta, que nos llegará al reflejarse en otras superficies, y que supone aproximadamente el 40% de la radiación total que recibimos. Es fundamental de igual forma la existencia de sombras en espacios de ocio y deportes al aire libre.

Más información:

-Campaña de Fotoprotección del Hospital Costa del Sol: www.disfrutadelsol.hcs.es
-Fotoprotección. Gilaberte Y, et al. Actas Dermosifiliográficas 2004;94:271-93.
EN ESTE BLOG:
-Fotoprotección en la infancia: En este blog:  http://javierdelboz.blogspot.com.es/2012_07_01_archive.HTML
-Todo lo que debemos saber sobre los protectores solares: ¿Qué son? ¿Cuál elegir? ¿Cómo usarlos correctamente? y mucho más... http://javierdelboz.blogspot.com.es/2014/07/todo-lo-que-debemos-saber-sobre-los.HTML
-Ya llegó el verano: ¿Y cómo protegernos correctamente del sol? http://www.javierdelboz.blogspot.com.es/2014/06/ya-llego-el-verano-como-protegernos.html


lunes, 7 de julio de 2014

Todo lo que debemos saber sobre los protectores solares: ¿Que són? ¿Cuál elegir? ¿Cómo usarlos correctamente? y mucho más...

-¿Qué son los fotoprotectores?
Cuando pensamos en el concepto de “fotoprotector” o “protector solar” pensamos en el concepto clásico de “sustancias que absorben, reflejan o dispersan los fotones, evitando la penetración de la radiación UV (RUV) en la piel y el daño solar”, aunque en los últimos años se han producido grandes avances que han originado sustancias que ya presentan algunos fotoprotectores y que además reparan ese daño inducido por la radiación UV inactivando los radicales libres que originan las radiaciones o incluso reparando el material genético (ADN) dañado.

-¿Cuál es la composición de los protectores solares?
Un fotoprotector suele ser la combinación de varias sustancias (“principios activos”) fotoprotectoras, y de un excipiente, y en algunos países como Estados Unidos y Australia son incluso considerados medicamentos.
Estas sustancias a su vez pueden dividirse en filtros físicos, filtros químicos, y filtros biológicos, y hoy en día la mayoría de cremas fotoprotectoras contienen una mezcla de filtros.
Los filtros físicos o “minerales” (como el óxido de titanio) actúan “como una pantalla”, reflejando la luz solar. Por otro lado, comienzan a actuar de forma inmediata, y al contener menos sustancias químicas, presentan menos riesgo de alergias, por lo que son de elección en niños (sobre todo niños pequeños) y en pieles muy delicadas; además son los más efectivos. A pesar de ello, son menos usados, y ello se debe a que son menos cosméticos, dejando un tono más blanquecino en la piel, y extendiénse algo peor (si bien cada vez se va consiguiendo una mayor cosmeticidad).
Los filtros químicos en cambio actúan absorbiendo la luz solar, si bien comienzan a realizar su efecto unos 30 minutos tras haberse aplicado. Aunque no son frecuentes, sí conllevan más riesgo de alergias, y por ello suelen recomendarse menos en niños, si bien son los más cosméticos y por ello los más usados.
Por últimos, los filtros biológicos, los más novedosos, se componen fundamentalmente de sustancias antioxidantes y antiradicales libros, procurando una prevención (e incluso una reparación) del daño sobre el ADN.



-¿De qúe radiaciones nos protegen los fotoprotectores?
Las sustancias utilizadas pueden ser útiles para defendernos de radiaciones ultravioleta de diferente espectro: algunas protegen contra las RUV-A (como las benzofenonas), otras frente a las RUV-B (como el Octotrileno), aunque lo ideal es que los fotoprotectores sean “de amplio espectro”, es decir que contengan sustencias que sean útiles frente a ambas tipos de radiaciones. Los polvos minerales, por ejemplo, son útiles frente a las RUV-A, B, C y Radiaciones Infrarrojas. A pesar de ello, NO debemos hablar de “pantalla total”, pues es un término erróneo, ya que ningún protector protege de una forma “total” frente a las radiaciones solares.

-Presentaciones: ¿Cuál elegir?
Por otro lado, podemos encontrar los protectores solares en diferentes presentaciones: Cremas, lociones, geles, aceites, sticks, maquillajes, sprays, emulsiones, leches… Para elegir el más conveniente en cada caso, deberemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
De forma general, para zonas “vellosas” usaremos excipientes poco grasos como pueden ser geles, sprays… Por otro lado, en pieles grasas (y especialmente en la cara) usaremos igualmente formas de base acuosa que no produzcan exceso de sebo como puede ser una emulsión. En cambio, en niños y en personas de pieles sensibles o secas suelen ser más recomendables las leches, los aceites o las cremas.
Las soluciones, los sprays y las emulsiones en agua son poco oleosas y más fáciles de aplicar, pero tienen menor poder de fotoprotección y, sobre todo, de permanencia, mientras que las leches y las cremas grasas son más resistentes al agua y al sudor. Los sticks por otro lado proporcionan un factor de protección elevado debido a la gran cantidad de filtros físicos que contienen, y suelen ser especialmente útiles para ser aplicadas en cicatrices o zonas localizadas especialmente sensibles.
Igualmente, si vamos a realizar actividades acuáticas, deberemos buscar que se trate de fotoprotectores que resistan el agua: Cuando el envase indica “Water-Resistant” según Asociación Europea de Fabricantes de Cosméticos esto indicaría resistencia a 2 inmersiones de 20 minutos, y cuando indica “Water-Proof”, equivaldría a resistencia a 4 inmersiones de 20 minutos.

-El Factor de Protección Solar: FPS.
Respecto al factor de protección solar (FPS) que podemos encontrar en el envase del protector, éste nos indica “cuántas veces más está protegida la piel frente a la quemadura solar (que se produce por RUV-B) con la crema, que sin ella”. Por ejemplo, un FPS de 15 indicaría que estaríamos 15 veces más protegidos con la crema que sin ella.
Se ha calculado que con un FPS de 15 estaríamos protegidos de aproximadamente el 92% de las radiaciones solares, y con un FPS de 50 nos protegería de aproximadamente el 98%, y en FPS de más de 50 ya la protección sería prácticamente la misma.
¿Por qué entonces no usamos directamente todos un FPS 15?
Las cifras anteriores tienen “truco”: El FPS se calcula mediante mediciones en condiciones controladas con una cantidad aplicada de producto de 2 mg/cm2,, lo cual no suele suceder en condiciones habituales. De hecho, en la realidad la aplicación habitual suele ser un 25% de la recomendada, lo que equivale a obtener una protección 1/3 de la etiquetada en el producto (si el envase que usamos pone FPS 50, realmente estaríamos protegidos aproximadamente como con un FPS 15 correctamente aplicado).
De hecho, según la FDA (Food and Drug Administration, agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de fármacos y cosméticos entre otros), para que un fotoprotector pueda reclamar que “previene el cáncer del piel (aparte de usarse con otros métodos de protección)” debe ser de amplio espectro con un FPS mínimo de 15, y la normativa actual habla de fotoprotectores de “baja protección” si el FPS es menor a 15, de “protección intermedia” si el FPS está entre 15 y 30, “protección alta” si el FPS está entre 30 y 50, y “protección muy alta”, si es mayor o igual de 50.
Además del FPS, cada vez encontramos en más envases indicado el factor de protección frente a las radiaciones UVA, que se conoce como PPD.

-¿Y cómo usar correctamente el fotoprotector?
Lo debemos aplicar 30 minutos antes de exponernos al sol, en todas las áreas descubiertas, en cantidad “generosa” (lo ideal son 2 mg/cm2: para toda la piel, debería valer con una cantidad de crema que abarque toda la palma de una mano). Además, deberemos reaplicar cada 2 horas y tras baños/sudor.
Eso sí, nunca se debe emplear a las cremas como pretexto para aumentar el tiempo de exposición solar.

-Una novedad: Fotoprotectores Orales:

Son cápsulas compuestas de sustancias naturales, contenidas en muchos casos en diferentes frutas y verduras (aunque aquí son concentradas en cantidades mayores), como son las vitaminas C y E, los betacarotenos, el té verde, el Polipodium leucotomos y los ácidos grasos OMEGA 3, que son sustancias con efecto antiradicales libres, antienvejecimiento, que pueden ser muy útiles en casos de “alergias solares” y que son complementarios (y nunca un sustituto) a las cremas protectoras.

Más información sobre fotoprotección en este blog:
-Cómo protegernos correctamente del sol: http://javierdelboz.blogspot.com.es/2014_06_01_archive.html

sábado, 28 de junio de 2014

Ya llegó el verano: ¿Cómo protegernos correctamente del sol?

En verano, y sobre todo en vacaciones, es cuando la mayoría de personas reciben unas dosis mayores de radiaciones ultravioleta (RUV), por un lado porque en vacaciones pasamos más tiempo al aire libre, y porque en verano la superficie terrestre está más cerca del sol -por lo que la intensidad de las radiaciones que nos llegan es mayor- y hay más horas de sol al día. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud nos dice que hasta el 80% del cáncer piel podría evitarse reduciendo la radiaciones solares sobre la piel.
 
El objetivo de la fotoprotección es prevenir el daño que ocurre en nuestra piel como resultado de su exposición a estas radiaciones, tanto a la RUV-A (“rayos UVA”) como a la RUV-B.

Pero… ¿Cómo protegernos correctamente del sol?

Aquí va nuestro “Decálogo de la Fotoprotección”:

1. Evite la exposición solar a mediodía (de 12 a 16h.). A estas horas los rayos solares nos alcanzan de forma más perpendicular, y por ello, de forma más intensa.

2. Utilice gorro, ropa y gafas de sol adecuadas. Las prendas que más protegen son aquellas de colores oscuros y tejidos tupidos, y deben estar lo más secas posible. Las gafas de sol deben ser gafas homologadas.

3. Use crema de fotoprotección, y use una adecuada, y de una forma correcta: Elija una crema con al menos un factor de protección de 15, que sea de amplio espectro (que proteja de radiaciones ultravioleta A y B), aplíquela (de forma “generosa”) 30 minutos antes de exponerse al sol en todas las zonas de piel que no vayan a estar cubiertas por ropa, y recuerde reaplicarla tras cada baño o cada 2-3 horas.
Todo lo que debemos saber sobre los protectores solares, en este blog:
http://javierdelboz.blogspot.com.es/2014/07/todo-lo-que-debemos-saber-sobre-los.HTML

 
4. Extreme las precauciones con los niños: Evite exposiciones solares directas en menores de 1año, y limite el tiempo de dichas exposiciones en el resto (sobre todo en los menores de 3 años).

5. Hidrátese adecuadamente: beba abundante agua y zumos de frutas, que le ayudarán a compensar la pérdida de agua y el estrés oxidativo originado por el sol (esto es especialmente importante en niños y personas mayores).

6. Recuerde protegerse ante cualquier actividad diurna al aire libre: “el sol no está sólo en la playa”: recuérdelo al realizar deportes al aire libre, al ir al campo, al salir a pasear, al realizar tareas de jardinería…

7. Consulte el Índice de Radiación Ultravioleta (UVI): con éste podrá ver la intensidad de las radiaciones ultravioleta para un determinado momento y en un lugar específico. Puede consultarlo a través de la Agencia Española de Meteorología ( www.aemet.es ). Ante un índice UVI sea mayor o igual a 3 debemos iniciar medidas de protección solar al realizar cualquier actividad al aire libre.

8. Busque la sombra. Use sombrillas de un tamaño suficiente y tejidos tupidos, y recuerde que aunque de esta forma evitará la mayoría de las radiaciones solares directas (que por otro lado son las más importantes), aún estará expuesto a radiaciones solares que nos llegan de forma indirecta.

9. Tenga en cuenta la superficie en que se encuentra, y recuerde protegerse también en días nublados. Recibimos radiaciones solares no sólo de forma directa, sino también indirecta, al reflejarse en determinadas superficies, y por dispersión. Así, los rayos solares se reflejan en gran porcentaje en la nieve, el agua, el césped o la arena, por ejemplo. Por otro lado, los rayos solares pueden atravesar el agua, por lo que no por estar dentro del agua estamos protegidos, e igualmente buena parte de las radiaciones ultravioleta atraviesan las nubes, a pesar que no percibamos tanta luz o tanto calor.

10. Examine su piel regularmente, y si encuentra alguna lesión nueva o advierte cambios en color, forma, tamaño o algún síntoma (picor, dolor, sangrado…) en algún lunar, consulte con su dermatólogo.

Más información:
-Campaña de Fotoprotección del Hospital Costa del Sol: www.disfrutadelsol.hcs.es
-Fotoprotección. Gilaberte Y, et al. Actas Dermosifiliográficas 2004;94:271-93.
-Fotoprotección en la infancia: En este blog:  http://javierdelboz.blogspot.com.es/2012_07_01_archive.html




miércoles, 11 de junio de 2014

Pitiriasis Capitis: La Caspa

-¿Qué es?
El término “Pitiriasis” hace referencia a “descamación” y “capitis” a cabeza. Es decir, en definitiva estamos hablando de descamación en el cuero cabellludo, lo que comúnmente llamamos “caspa”.
-Origen:
Esta descamación surge cuando las células de la epidermis (queratinocitos) se van desprendiendo a un ritmo acelerado, y aunque la causa no es del todo conocida, parece que existe una cierta susceptibilidad individual (predisposición), también influye la secreción sebácea (de grasa) por parte de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo (en muchos casos, más que la cantidad de secreción grasa, influye su especial composición) y parece existir además una proliferación de determinados microorganismos que forman parte de la flora habitual de la zona, sobre todo unas levaduras (un tipo de hongos) conocidas como Malasezzia.
Para muchos, la pitiriasis capitis no es más que un tipo de dermatitis (dermatitis seborreica), aunque en muchos casos no hay "dermatitis" obvia acompañando a la descamación.
Igualmente, es evidente que en muchos casos los brotes se desencadenan o las lesiones empeoran ante determinadas circunstancias, como es el caso del estrés, el frío o la humedad.
-Clínica:
La manifestación clínica fundamental es la descamación en forma de escamas finas, pequeñas, blancas o grisáceas, que se desprenden fácilmente y que pueden afectar a todo el cuero cabelludo. Estas escamas pueden ser más secas o grasas según la secreción sebácea que se produzca, e igualmente pueden ser más o menos adheridas (“pegajosas”), y en ocasiones pueden ser escamas más gruesas.
Además, pueden acompañarse de cierta inflamación en el cuero cabelludo (en forma de rojez, que frecuentemente origina picor).

-Tratamiento:
El tratamiento tendrá dos objetivos fundamentales. Por un lado, eliminar esas escamas, pero por otro lado, prevenir los rebrotes. Para ello se usan fundamentalmente lociones o champús con sustancias con acción antifúngica (contra esos hongos que parecen involucrados en su origen) pero también antiinflamatoria (ketoconazol o ciclopiroxolamina sobre todo), e igualmente conteniendo sustancias seborreguladoras, y en caso de escamas gruesas, será útil la aplicación de sustancias queratolíticas (que ayudan a disolver las escamas) como puede ser el ácido salicílico.

sábado, 24 de mayo de 2014

23 de Mayo: Día Mundial del Melanoma.


Si bien recientemente tuvimos la oportunidad de participar en la campaña de detección precoz de melanoma (y cáncer de piel en general) a nivel europeo ("Euromelanoma"), es el 23 de Mayo el Día Mundial del Melanoma.

En relación a ello, os recomendamos este vídeo en que pacientes reales que han sido intervenidos por melanoma en Estados Unidos reflexionan respecto a su experiencia y nos dan consejos para que no nos ocurra lo mismo.

 

 
El melanoma es -dentro de los cánceres de piel más frecuentes (donde también se incluyen carcinoma basocelular y carcinoma escamocelular)- el menos común y sin embargo el más temido, pues es responsable de más del 80% de las muertes por cáncer de piel. En varones, suele presentarse en el tronco, y en las mujeres en las piernas, simulando un lunar con cambios en el color, tamaño o en la forma. Si no se detecta a tiempo, el tumor tiende a invadir ganglios linfáticos y vasos sanguíneos, reproduciéndose a distancia en el interior del organismo.
-Más información sobre melanoma en este blog:
Signos de alarma: Cuando sospechar un melanoma:
Campañas de Euromelanoma: